Decano Guillermo Tell Aveledo analizó la Constitución de 1961 en foro de la Unimet

El pasado 23 de enero tuvo lugar el foro “La Constitución de 1961: un proyecto plural”, organizado por los Departamentos de Humanidades y de Estudios Políticos de la Unimet, en el marco de la conmemoración del 62 aniversario de la promulgación de dicha carta magna, cuyo ponente fue el profesor Guillermo Tell Aveledo, decano de la Facultad de Estudios Jurídicos y Políticos, quien ofreció una mirada al proceso de gestación de la Constitución, dentro del desarrollo general de los pactos y acuerdos de la transición democrática del año 1958 en adelante.

Sostuvo Aveledo que la Constitución de 1961 fue hecha para satisfacer los diversos intereses de la sociedad.

“Hay que tener en cuenta que se trata de una Constitución distinta a todas las anteriores, porque no hay, previa a la Constitución del ‘61 y después de esta, una Constitución que no haya sido hegemónica, una Constitución de un partido que trata de imponer su visión del país, su visión de la historia al resto de la sociedad. Esta va a ser distinta, en ese sentido, será más adaptable”, añadió.

Narró el Decano como, luego de caída la dictadura Perezjimenista, los actores políticos involucrados, desde figuras como Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Jóvito Villalba, hasta el vicealmirante Wolfgang Larrazábal, presidente de la Junta de Gobierno, con inclusión de los sindicatos y de la Iglesia, concordaron en que había que llegar a un consenso con el cual dar respuesta a todas las exigencias y clamores de la sociedad venezolana.

“Hubo en este momento una etapa de gran conciencia: No podemos satisfacer, paulatina o directamente, las aspiraciones populares, de igualdad, libertad y fraternidad, si no planteamos una redefinición de estas relaciones”, recordó.

Emerge de allí el Pacto de Puntofijo, a través del cual se acuerda un gobierno de coalición. Es el momento en el que los sindicatos acceden a no hacer huelgas y el sector privado mejora las condiciones laborales.

“Lo que consolida todo esto va a ser la Constitución del ‘61”, afirmó.

Rómulo Betancourt se erige como presidente de Venezuela y para acabar con la crispación, abandonar todas las diferencias y alcanzar la paz, los partidos reunidos en el Congreso Nacional designan a la Comisión Bilateral de Reforma Constitucional, cuyos miembros fueron Raúl Leoni, Luis Beltrán Prieto, Gonzalo Barrios, Rafael Caldera, Jóvito Villalba y Gustavo Machado, entre otros.

Esta carta magna no es aprobada por una constituyente popular, sino que va a aprobación por las Cámaras y por las Asambleas Legislativas estadales y es refrendada el 23 de enero de 1961.

Al referirse a su contenido, Aveledo resumió que “se mantiene el rol del Estado interventor, dirigista, que ya estaba en la Constitución del año ’47; se mantienen, además, con relativas expansiones, los derechos sociales y económicos; se reconoce la representación proporcional de las minorías; no se plantea el voto para los militares”.

“La insatisfacción con esta Constitución es que se ve un modelo de participación representativa, casi siempre mediado por los partidos. Se plantea el federalismo, y para algunos, esta era una Constitución centralista con ribetes federales”, agregó.

Para Aveledo, la Constitución de 1961, “con todos sus problemas, con todas sus contradicciones, es la primera Constitución venezolana”.

Concluyó el decano recordando que la Constitución de 1961 “fue arrasada” por la crisis del sistema político y económico que comienzan en los años ’80 y se profundiza en los ’90.

En 1999, Hugo Chávez juró “ante la moribunda” Constitución de 1961, “herida de muerte, ciertamente, por la voluntad populista y mayoritaria que se expresó ese año”, dijo Aveledo.

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