Unimetana Oriana González Villarroel brilla en programa de formación académica de la Fundación Botín

A Oriana González Villarroel la pasión por su carrera, Estudios Liberales, la impulsó a destacarse desde diferentes áreas dentro de la Universidad Metropolitana: formó parte del Centro de Estudiantes de su escuela, presidió el mismo durante el período 2019-2021, y fue coordinadora general de Unimet Debate, la sociedad de debate competitivo de la Universidad la cual le permitió participar en el Campeonato Mundial de Debate en español, realizado en 2019 en Lima, Perú.

Con el arribo de la Covid-19, y pese a los desafíos que la pandemia desencadenó, González no se detuvo y aplicó para el Programa para el Fortalecimiento de la Función Pública en América Latina de la Fundación Botín. Había enviado una postulación en 2019, pero entonces no fue admitida; sin embargo, en 2020 la historia fue distinta: Oriana se convirtió en la única venezolana seleccionada para dicha cohorte.

“Es un programa que busca que más de los mejores se dediquen a lo público; precisamente como en América Latina hay tantos problemas políticos e institucionales, esto busca formar a una nueva generación de líderes que se interesen en incidir e impactar positivamente en lo público. Fui la única venezolana que quedó. Era la primera vez que quedaba un venezolano porque usualmente son dos”, explica.

Durante dos meses, la aspirante a grado cursó el programa entre España y Colombia. “Empezó en España y ahí tuvimos clases tanto en Madrid, en la sede de la fundación, como en la Universidad de Salamanca. También recorrimos otros lugares como Santander y el Valle del Nansa, que es una zona en Cantabria, e hicimos parte del Camino de Santiago, que eso es de Ourense hasta Santiago de Compostela. El programa terminó en la Universidad de Los Andes en Bogotá, donde tuvimos una semana viendo clase”.

La joven de 21 años destaca que más allá de lo académico, el plan de estudio busca “fortalecer tu vocación por lo público”, razón por la que las actividades van de la mano de expertos, pero también desarrollas acciones físicas como el Camino de Santiago o voluntariado con fundaciones. “Creo que de las muchas cosas buenas del programa es también ese contacto con expertos y visitas institucionales. Por ejemplo, conocimos a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Álvaro Uribe, expresidente de Colombia. Es super alto el nivel que vemos”.

Asimismo, agrega que la Fundación Botín constantemente varía los países. “Este año el programa empieza en la Universidad de Los Andes de Bogotá, luego se van a España y termina en la fundación Getulio Borjas en Río de Janeiro”. 

Experiencia unimetana

Oriana reconoce que el reto comienza desde el proceso de postulación, pues debes cuestionarte más allá del por qué eres apto para el programa, más allá de tener un currículum universitario destacable. Insiste en que permite conocer bien quién eres y lo que deseas hacer. “Esas preguntas se expanden y se responden con muchísima más seguridad dentro del programa porque, aunque parece ser un programa muy académico, realmente es un programa para uno profundizar en cuál es nuestra verdadera vocación”. Asegura que una de las prioridades del programa es el acompañamiento psicológico que brinda a los cursantes.

Resalta que un valor agregado increíble es el intercambio cultural que se desarrolla durante esos meses. “En mi edición había 15 nacionalidades, son 15 culturas y 15 perspectivas de vida que uno no había visto antes porque somos diversos, pueden postular y hace que la gama de realidades que hay frente a ti sea super grande”.

Próxima a convertirse en una egresada unimetana, Oriana asegura que sus profesores la enseñaron a amar lo que estudiaba, pues el estudiante siente un fuerte compromiso con la carrera y los profesores profesan el amor hacia la misma. “Ese querer seguir aprendiendo, a lo mejor en una carrera tan humanística, ayuda mucho. O al menos a mí me ayudó a entender cuál era mi vocación y por supuesto a entenderme en un programa como este porque vemos economía, política, filosofía, historia, y no es excluyente”.

Además, el programa tiene un enfoque directamente en la acción pública, que no necesariamente es igual a administración pública; pero es justamente ese particular el que al unirlo a la visión empresarial que la Unimet le ha dado le permitió unir las perspectivas. “No hay una buena cultura de empresa privada si no hay instituciones fuertes que respalden la actividad de las empresas. Es un poco ver la sociedad desde lo que el presidente o el servidor público ve, sino también las necesidades del empresario, los trabajadores, el tercer sector”.

Oriana alcanzó el mejor promedio de su edición y fue parte del equipo que ganó el proyecto de innovación, el cual se centró en el desarrollo de un programa de educación para niños sobre sostenibilidad llamado Odisea. El mismo se implementará en varios países de la región.

“¡Postulen al programa! Es un programa que a mí me cambió la vida y tiene sus puertas abiertas a muchísimos más estudiantes en los próximos años. La invitación es a que más estudiantes se postulen y más personas quieran servir a lo público en Venezuela”, concluye.

*Para más información sobre los diversos programas puedes consultar la web de la Fundación Botín.

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