Unimet conmemoró el natalicio de Rómulo Betancourt con la proyección de «Rómulo Resiste»
Con motivo del natalicio del expresidente Rómulo Betancourt, el pasado 22 de febrero el Departamento de Humanidades de la Universidad Metropolitana llevó a cabo el cineforo Rómulo Resiste (2021), un documental del cineasta venezolano Carlos Oteyza que refleja los primeros años de la democracia venezolana a partir del Pacto de Puntofijo y la importancia de las acciones de Betancourt para el fortalecimiento del sistema político.
Oteyza, quien ha dedicado gran parte de su carrera cinematográfica a la realización de filmes sobre episodios importantes de la historia venezolana, manifestó durante la ronda de preguntas que su principal motivación para la elaboración de esta película fue “procurar dar a conocer la épica de la democracia venezolana en sus primeros años”.
“A nuestro modo de ver, resulta necesario destacar la importancia de aquel período porque el gran público de hoy casi desconoce en su totalidad la cantidad de hechos ocurridos durante el gobierno constitucional de Rómulo Betancourt, al punto que parece haber pasado por debajo de la mesa”, explicó.
Napoleón Franceschi, jefe del Departamento de Humanidades, indicó que la cinta “rescata una figura muy maltratada por cierta historiografía interesada, pero que en realidad resultó medular para la evolución democrática de la sociedad venezolana”.
“La película se aparta de la leyenda negra que se levantó sobre ese período. Si Betancourt no hubiese tenido la talla moral y la firmeza que lo caracterizaba, la democracia en ciernes se hubiese venido abajo. (…) Para varios de mi generación, Betancourt no nos lucía nada simpático desde el punto de vista político, pero con el tiempo, aprendimos a valorar la entereza del personaje y sobre todo su condición de Estadista”.
Importancia del periodo 1959-1964
Para Carlos Oteyza la firma del Pacto de Puntofijo en 1958 fue un hecho de suma importancia para el desarrollo de la democracia en el país. Recuerda que previo al gobierno de Betancourt, Venezuela había estado sumida en regímenes totalitarios y golpes de Estado. “Aquello representó una necesidad histórica para que la naciente democracia no sucumbiera, tal como había ocurrido en noviembre de 1948 cuando fue derrocado Rómulo Gallegos”.
Insistió que “otro aspecto valorado en la película fue la construcción de infraestructura en el país durante el gobierno de Betancourt. Gran parte de lo que se hizo entonces sigue en pie en la actualidad. Se trataba de la materialización de un discurso que hizo énfasis en la mejora de las condiciones de vida de la población venezolana”.
Por su parte, Franceschi alegó que “se dice mucho sobre la fuerza que imprimió Betancourt durante su gobierno para sortear la andanada de manifestaciones en su contra, pero no se analiza a fondo que la respuesta de Betancourt fue proporcional a la violencia que emplearon sus oponentes para tratar de derrocarlo”. Asimismo, resaltó que aquella transición política de 1958 y la fuerza de Betancourt ante quienes lo querían fuera sirvió “de ejemplo para otros procesos similares en América Latina”.
Oteyza concluyó que la sociedad venezolana, especialmente la élite, estuvo comprometida “por hacer posible la democracia”; sin embargo, recuerda que con el paso de los años “comenzó a surgir un claro desinterés por los asuntos públicos por parte de la élite que terminó por hacerle un grave daño a la democracia en los últimos años del siglo pasado”.
Por ello, considera que su largometraje es un aporte para reconocer las acciones de aquellos días. “De alguna manera, aquella experiencia puede resultar didáctica para salir del estancamiento político que vive la sociedad venezolana en el presente. Aquellos primeros gobiernos de la Democracia hicieron mucho con apenas un presupuesto que se financiaba con un precio de 2 dólares en promedio por barril de petróleo”.