UNIMET abrió espacio para reflexionar sobre la serie “Adolescencia” de Netflix

La popularidad de la miniserie británica de Netflix “Adolescencia” impulsó a la Facultad de Ciencias de la Universidad Metropolitana (UNIMET) a organizar un foro de expertos el pasado 8 de abril. En este encuentro, se hizo hincapié en la trascendental conexión entre padres e hijos, fundamentada en una comunicación abierta, fluida y comprensiva, y se resaltó el rol de los docentes en las escuelas y de las familias en la promoción del bienestar emocional de los jóvenes.

El conversatorio, que tuvo lugar en el Auditorio Francesca Pensieri, contó con la participación de Carlos Cedeño, director del Colegio Integral El Ávila y miembro de la Red de Padres, Madres y Representantes; Lila Vega, pediatra y especialista en psicología positiva; María Elena Garassini, psicóloga y profesora de la especialización en Psicología Positiva de la UNIMET; María Enriqueta Aquique, educadora y especialista en desarrollo infantil; y Oscar Misle, director de Cecodap.

A través de una conexión virtual, Garassini destacó cómo el impacto de la serie despertó la inquietud de padres y educadores acerca de la complejidad de las conductas adolescentes y la necesidad de abordarlas mediante una comunicación asertiva y comprensiva.

Expuso una visión sistémica de la adolescencia temprana, etapa comprendida entre los 10 y los 14 años, durante la cual los jóvenes descubren su identidad y consolidan su autoestima. Subrayó los factores que influyen en el desarrollo de los adolescentes y su constante necesidad de integrarse en grupos sociales y participar en actividades que les apasionen. Igualmente, mencionó la influencia de la familia, la escuela y espacios no convencionales, como el ciberespacio, en la formación de la personalidad juvenil.

Al analizar diversas escenas de la serie, Aquique enfatizó que “Adolescencia” evidencia la falta de comunicación entre padres e hijos y la necesidad de que los jóvenes sean escuchados y comprendidos. También señaló que la producción revela el desconocimiento de los profesores sobre los temas de conversación de sus alumnos, aludiendo a la “cultura incels”, una de las problemáticas centrales que aborda la serie.

En este sentido, comentó la importancia de que los padres pregunten a sus hijos sobre sus preocupaciones sin temor alguno, y sugirió a los educadores interesarse por el universo de los adolescentes para construir relaciones de confianza y abordar los problemas que les afecten. “Conectar con la bandera del respeto en la mano”, concluyó.

En sintonía con Aquique, Vega indicó que el acompañamiento de los padres en esta etapa del desarrollo humano no es reemplazable por la de los grupos con los que los adolescentes suelen compartir. Explicó que, inherentemente, los jóvenes asumen riesgos en su proceso de autodescubrimiento y enfatizó que, en ese preciso momento, los padres deben brindar a sus hijos una variedad de actividades enriquecedoras que fomenten su crecimiento personal.

Vega añadió que los padres deben anticiparse a las posibles situaciones que sus hijos puedan enfrentar para comprender mejor sus comportamientos. “Este es un periodo de transformación en el que el adolescente posee capacidad de abstracción, pero su juicio aún no está completamente formado porque su cerebro está en desarrollo”, precisó.

Escuela y familias 

Cedeño enfocó su intervención en los retos que enfrentan los docentes en las escuelas y en la formación de valores en los adolescentes. Argumentó que la responsabilidad de las conductas de los jóvenes es compartida entre la familia y la institución educativa. “Existe una tendencia constante a buscar un culpable de las acciones del joven: se señala a la escuela o a la familia; sin embargo, entre ambas debe existir una simbiosis que evite que se perciban como adversarios”.

Subrayó que tanto padres como maestros deben trabajar para preservar el bienestar socioemocional de los adolescentes. Indicó que alcanzar este objetivo requiere principalmente consolidar una relación basada en la confianza, facilitar canales de comunicación fluida y acompañar a cada joven en su cotidianidad. “El corazón de la educación es la conexión humana (…). La escuela del futuro es aquella que comprende que el aprendizaje y emoción son cara de una misma moneda”, enfatizó.

Finalmente, Misle abordó el acoso escolar como un problema reflejado en la serie y que, según afirmó, actualmente padres y maestros no comprenden con claridad. Por ello, sostuvo que la atención del bullying es una responsabilidad tanto familiar como escolar y sugirió la creación de espacios de participación donde los adolescentes puedan expresar sus emociones e inquietudes.

“Adolescencia” se estrenó en marzo en Netflix y relata la historia de Jaime Miller, interpretado por el actor Owen Cooper, un joven de 13 años arrestado por el asesinato de Ketie, su compañera de clase. La serie explora temas como la violencia juvenil, el acoso escolar, la misoginia en redes sociales y el impacto que generó el crimen en la familia de Jaime.

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