Una revisión crítica de la historia militar venezolana es materia pendiente para la Academia

Ningún hecho histórico puede ni debe ser estudiado fuera del contexto en el que ocurrió, apegado a ese parámetro el Dr. Froilán Ramos Rodríguez, larense e historiador de la Universidad Católica de la Santísima Concepción de Chile, de la mano del Departamento de Humanidades y la Escuela de Estudios Liberales de la Universidad Metropolitana (Unimet), dictó la conferencia virtual: “Aproximación al pensamiento militar venezolano de los años sesenta del siglo XX”, realizada a través de la plataforma Zoom y moderada por el profesor unimetano José Alberto Olivar.

«Me parece importante que podamos tener este espacio de diálogo académico. El pensamiento militar es uno de los temas más importantes para la historia contemporánea venezolana», dijo Ramos para dar comienzo a su intervención y prosiguió definiendo el «pensamiento militar» y diferenciándolo de otros conceptos como modernización militar o doctrina de la seguridad nacional.

En palabras muy simples Ramos definió «pensamiento militar» como la concepción de ideas entorno a la guerra. «Los cuerpos armados tienen su razón de ser en prepararse para la guerra y esto es muy distinto a la modernización militar y muy distinto también a la doctrina de la seguridad nacional», explicó.

Tras dejar claro el concepto de pensamiento militar, el historiador, hizo un esfuerzo por situar a la audiencia en el contexto en el que se desarrolló el pensamiento militar venezolano de los años 60, se sucedía entonces una Guerra No Convencional, la Guerra Fría.

Sentadas las bases y apoyado en documentos históricos, como revistas, planes de estudio de escuelas militares y la prensa, Ramos precisó: «El ejército venezolano actual es una construcción del siglo XXI, del período Gomecista, muy distinto al ejército que se señalaba en el papel de las memorias de guerra del siglo XIX y muy distinto también a esa gran empresa que fue el ejército de la gesta de independencia».

Ramos aseguró, en base a la documentación revisada, que en Venezuela  «los cursos de Estado Mayor fueron tardíos» y las escuelas militares se instalaron formalmente  en la década del 50.

Así que, para el 60, el pensamiento militar había estado tratando de consolidarse sin mucho éxito. «Fracturas y cambios de escuelas y corrientes de pensamiento» habían sido la norma, además de un gran número de oficiales formados en escuelas militares de Estados Unidos y Panamá.

Sin embargo, aseguró el historiador, el ejército venezolano fue exitoso militarmente para derrotar las guerrillas y limitarlas a un período de tiempo corto, entre el 62 y el 68. «Esto es importante de destacar cuando se le compara con el vecino país de Colombia, en el cual las guerrillas perduraron por décadas. No obstante, queda abierta la pregunta acerca de que la victoria militar no significó una victoria política, por el contrario hubo una derrota política con una infiltración de elementos políticos dentro de la Institución y ese es un aspecto que todavía debe estudiarse», enfatizó el investigador.

Para Ramos es crucial una revisión histórica crítica, desde lo teórico y metodológico,de la historia militar en América Latina, «porque la guerra es un fenómeno muy importante que abarca toda la sociedad y porque hay una intención de búsqueda de la paz que nos afecta a todos como sociedad», señaló.

Asimismo, aseguró que, de forma particular, en Venezuela urge una apertura de lo militar hacia historiadores y académicos civiles, y que esta es una tarea pendiente que, de ejecutarse, permitirá «repensar la historia militar, no desde grandes tejidos o historiasheroicas, sino desde la crítica y la reflexión». El acceso a los archivos militares es una deuda pendiente.

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