Thespis celebra cuarenta años dejando su huella en la escena teatral venezolana

“Thespis” es conocido gracias a la leyenda del dramaturgo griego, quien es considerado el padre del teatro y también el primer actor de la historia. Hace cuarenta años, cuando un grupo de jóvenes unimetanos pensaron en crear la primera agrupación teatral de la Universidad, decidieron honrar su legado utilizando su nombre.

La Universidad Metropolitana tenía poco más de once años cuando el Departamento de Cultura y el Decanato de estudiantes hicieron un llamado público, invitando a los estudiantes que tuvieran inclinaciones teatrales a formar parte de esta nueva iniciativa.

Elena Broszkowski se encontraba cursando sus primeras semanas en la carrera de Administración cuando decidió unirse al grupo. Recuerda que, en ese entonces, el campus era solo una parte de lo que se conoce hoy en día, y sus primeros ensayos iniciaron en un salón pequeño del único edificio que había en ese entonces; estaba acompañada de otros diez o veinte estudiantes.

Iniciaron con pequeñas obras y monólogos escritos por los mismos miembros. El actor Carlos Abbatemarco señala que fue con la llegada de Fernando Yvosky, quien fue director de Thespis durante treinta y dos años, que la agrupación empezó a convertirse en lo que es hoy en día. “Él le dio una visión mucho más profunda a lo que era el trabajo teatral. Ya no se trataba del típico teatro universitario, sino de un grupo que veía esta disciplina como una forma de hacer arte”.

El teatro más allá de la Universidad

Bajo esta nueva dirección, empezaron a trabajar en obras como la Rosa de Papel, la Cantante Calva, la Casa Recuerda, entre otros títulos que se convirtieron en piezas clásicas de Thespis.

“El reto estuvo en buscar un lenguaje y una manera de expresarse que fuera más allá del teatro amateur”, explica Abbatemarco, señalando que los años ochenta y noventa fue una época importante para la agrupación, donde hicieron giras por Venezuela y participaron en festivales internacionales.

 

A pesar de que esto significó cruzar las barreras del ámbito universitario, tuvieron que enfrentar retos relacionados a este. Por ejemplo, la rotación continua de los miembros, ya fuera por finalizar sus estudios o no poder compaginar el arte con la carrera.

“Cuando uno quiere hacer cosas más ambiciosas, tiene que dedicarle más horas. Los que estábamos realmente comprometidos pasábamos horas ensayando, inclusive en la noche y los fines de semana. Solo nos quedamos los verdaderamente comprometidos”, explicó Elena Broszkowski.

Celebración de cuatro décadas

“THESPIS: 40 años de búsqueda” fue el nombre escogido para la semana aniversario de la agrupación, una serie de encuentros llevada a cabo en octubre donde se resaltan los momentos más icónicos de esta compañía y su impacto en las artes escénicas venezolanas.

Broszkowski asegura que la celebración fue magnífica, con un gran recibimiento para los quince eventos realizados; en especial, las lecturas dramatizadas Mujeres entre Golpe y Golpe, y la Casa Recuerda. Un total de 300 personas se conectaron para los eventos vía Zoom, y confían en que la actividad llegara a más personas una vez que compartan los videos en Youtube y otras plataformas.

En el presente, se está culminando la edición de un libro digital sobre la agrupación, así como un documental que espera estrenarse a finales de noviembre. “El objetivo es que la historia de un grupo como Thespis no se pierda ni se difumina en el tiempo, sino que quede documentada”, señaló Carlos Abbatemarco.

Considera que es importante para el país que esta historia quede registrada, que se sepa lo que un grupo de personas en un campus universitario fue capaz de desarrollar y lo que esto significó para el nombre de la Universidad Metropolitana.

“Thespis es un aval de excelencia gracias al esfuerzo de todas las personas que han formado parte de la agrupación, sus directores, actores, colaboradores y todos los que formamos parte de ella”, concluyó.

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