Tarde de cata y degustación de vino portugués en la UNIMET
En esencia, el vino es una bebida compleja; pero bastante honesta y transparente: en la lengua se percibe e identifica todo lo que tiene su contenido. Ahora, para formarse como catador de vino, la persona, primordialmente, tiene que abrir el sentido del gusto y la vista para, por ejemplo, determinar el comportamiento de sus espumas o, bien, diferenciar entre un sabor dulce o amargo.
Pero no todo queda allí: un buen catador también debe aprender aspectos propios de la disciplina e imbuirse en áreas del conocimiento ajenas a él para conocer un vino: saber de geografía y climatología; aprender que la botella de vino se almacena acostada; que sus corchos deben cambiarse cada diez años para su conservación o que el vino muere, tiene vida útil, aunque el común denominador crea lo contrario. En enseñar estos aspectos se centra el diplomado de “Cultura del Vino y Spirits”, que ofrece la Universidad Metropolitana (UNIMET) desde hace 12 años.
Como parte de la promoción del curso, el Decanato de Postgrado y Extensión de la UNIMET auspició el pasado 8 de febrero una cata de vino espumoso portugués, en la que los asistentes tuvieron la oportunidad de degustar la bebida y conocer su historia y el proceso de su elaboración.
“El vino es un ser complementamente sincero”, afirmó Arnaldo González, docente del diplomado, quien moderó la charla que tituló “Paseo por Portugal”, realizada en el aula 14 del edificio Eugenio Mendoza Goiticoa.
El profesor hizo un repaso por la historia del vino de Portugal, donde nació el famoso Oporto, uno de los vinos clásicos que surgió con la añadidura de aguardiente. “El vino de los Dioses es el Oporto”, destacó.
También habló sobre la variedad de las cepas autóctonas de las uvas de Portugal y los diferentes tipos de vino que se producen en el país, de acuerdo a la región y sus características climáticas y de tierras para la siembra. “Lo bueno del vino portugués es que sus cepas no son tan conocidas, son únicas y, al mismo tiempo, extraordinarias”, añadió Gónzalez.
Señaló que el diplomado de la UNIMET busca formar a catadores ilustrados, que sepan sobre la cultura del vino y su relación con otras disciplinas. “Un catador ilustrado debe tener brújula, saber del viento, de la tierra, del clima”, indicó.
En el conversatorio, los asistentes probaron dos vinos espumosos y compartieron su experiencia con González tras degustarlos. Durante la cata, los participantes pudieron disfrutar de la bebida; conocer su apariencia una vez servida en la copa; sentir las espumas en el gusto; diferenciar el balance entre lo dulce y lo ácido y entre un olor frutal y floral; y, finalmente, evaluar el tiempo en el que el sabor quedaba en la memoria. “El vino es una burbuja de oxígeno para los seres humanos; el vino es música, es arte y está en la poesía”, resaltó González.
El Diplomado “Cultura del Vino y Spirits” es el primer curso dictado en Venezuela en esta materia, y está dirigido especialmente a chef, gerentes de alimentos y, en general, a los amantes de la gastronomía.
Los interesados en cursar este diplomado, coordinado por la profesora y comunicadora social, Adriana Gibbs, obtendrán conocimientos teóricos y prácticos sobre el vino y su proceso de cosecha, fermentación y embotellamiento, así como una introducción al mundo de la cata y la degustación. Con más de diez años de creado, el diplomado ha certificado a más de 400 egresados.