Reflexiones acerca del desarrollo de las habilidades blandas en la formación inicial de las carreras UNIMET
En el ámbito de la educación superior como escenarios de enriquecimiento personal y profesional, es fundamental desarrollar habilidades blandas que le permitan al estudiante, posesionarse a futuro en el mercado laboral, así como su relación efectiva en su entorno social. Así como lo refiere Rodríguez et. al (2020).
La formación del estudiante no solo radica en que el docente de nivel superior enseñe o imparta conocimientos teóricos y prácticos que correspondan al ámbito laboral de cada carrera profesional, sino, también, que este adiestramiento guarde correspondencia o se vincule estrechamente con la asimilación de habilidades para el desarrollo personal.
En consonancia con lo que refiere Rodríguez, el contexto laboral no se conforma con lo que el estudiante conoce de su carrera como experto al egresar, sino que debe egresar con una serie de habilidades que le permitirán la conjunción entre lo que “sé”; es decir, sus habilidades duras necesarias para desempeñar tareas relacionadas directamente con el área profesional y adquiridas, a través del estudio formal y la práctica, y lo que “soy”, vale decir, sus habilidades blandas, esenciales para interactuar efectivamente con otras personas y adaptarse a diversos entornos laborales, quizás menos tangibles y desarrolladas con la experiencia y el autoconocimiento.
Para UNESCO (2015), Quispe (2018), Robles (2012), Goleman (1995), las habilidades blandas son el conjunto de competencias esenciales para la vida, les permite enfrentar con más eficiencia los desafíos actuales, y comprende aspectos socioemocionales, comunicacionales, colaborativos que favorecen el desarrollo integral del ser humano, entre las más conocidas se encuentran: el autoconocimiento, la motivación, la empatía, la autogestión, la responsabilidad y la capacidad de relacionarse y conectar asertivamente con los demás, la integridad, la comunicación, el trabajo en equipo, la resolución de problemas, todas convirtiéndose actualmente en las skills esenciales para la vida y para el éxito profesional.
En este orden de ideas, como parte de las competencias genéricas establecidas por la Universidad Metropolitana, la aptitud emprendedora es una competencia clave en todas las carreras, de allí la relevancia del curso: competencias para emprender, no solo permite el entendimiento de la importancia de emprender, sino que se debe desarrollar una serie de conocimientos, habilidades y actitudes que le permitan poder vincular el “Quién es” como persona y “quién será” como futuro profesional. Desde esta perspectiva, la asignatura “Competencias para emprender”, supone la exploración, el descubrimiento y el desarrollo del potencial personal de cada estudiante de manera que se apropie de un conjunto de herramientas que favorezcan el emprendimiento y el abordaje de cualquier proyecto de vida.
En ese caso, la UNIMET, en su distintivo enfoque hacia el emprendimiento, impulsa acciones para consolidar las habilidades blandas en los estudiantes en todas las carreras, a través de asignaturas que permitan, ser puentes para otras asignaturas, potenciando sus capacidades para que pueda innovar en proyectos individuales o colaborativos como respuesta a los retos de las nuevas tendencias del mercado laboral, y atendiendo a las demandas sociales, económicas y ambientales de un país.
Pero más allá de eso, definitivamente el desarrollo de skills o competencias blandas, va a generar una sociedad más consciente, responsable, tolerante, con la capacidad de trabajar en entornos de diversidad, con un mismo fin común, alcanzar las metas previstas, resguardando el bienestar de todos, considerando que es un reto para los estudiantes, comprender, identificar y llevar a la práctica sus competencias personales, y entendiendo que tiene impacto en el rendimiento académico, al contar con herramientas como la comunicación, la gestión del tiempo, la gestión de sus emociones y la resiliencia; adicionalmente, los posiciona con una mentalidad expandida que les permitirá tener mayor nivel de adaptabilidad, liderazgo, trabajo en equipo y de resolución de problemas en entornos laborales caracterizados por la volatilidad y el cambio.
REFERENCIAS
Goleman, D. (1995). Emotional Intelligence: Why It Can Matter More Than IQ. Bantam Books.
Quispe, R. I. (2018). Repositorio Universidad Nacional San Agustín de Arequipa. http://190.119.145.154/bitstream/ handle/UNSA/8512/EDMpuquri.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Robles, M. M. (2012). Executive Perceptions of the Top 10 Soft Skills Needed in Today’s Workplace. Business Communication Quarterly.
Rodriguez Siu, R. E. (2020). Habilidades blandas y el desempeño docente en el nivel superior de la educación. Propósitos y Representaciones, 9(1). https://doi.org/http://dx.doi.org/10.20511/pyr2021.v9n1.1038
UNESCO. (2015). E2030: Educación y habilidades para el siglo XXI. Disponible en: https://unesdoc.unesco.org/
María Mireya Durán
Yolibet Cecilia Ollarves
Departamento de Emprendimiento
