Opinión: Ética y Formación de Fe y Alegría en Venezuela – Jeison Torres Juvinao, estudiante Contaduría Pública

Al escuchar la palabra ética imaginamos que se basa en crear una “imagen de rectitud” para con los demás y podemos hacer lo que nos plazca en hechos, esto no es así; el hablar de ética nos refiere a comportarnos correctamente con las normas morales y que estas rijan la conducta humana en cualquier ámbito de la vida en sociedad (esto según la Real Academia Española RAE). La ética en esencia nos dice que debemos comportarnos con rectitud y moralmente acorde en cualquier circunstancia en la que nos estemos desarrollando.
La ética hoy en día se ha deteriorado por diversos factores culturales, sociales, políticos y económicos, sin embargo quedan instituciones que ponen al servicio del país una estructura educacional que se rige por valores que de alguna forma contribuyen a la construcción de nuevos ciudadanos que entre sus virtudes cuenten con ética y sus principios solidificados desde la edad más temprana de escolarización; una de esas instituciones esta Fe y Alegría, ese famoso corazón que por años ha trabajado para la formación de niños y niñas para un futuro mejor, enfatizándose en los sectores menos favorecidos pero llevando estándares de calidad educacional que proporcionen mejores oportunidades.
Al ser egresado de un Fe y Alegría puedo dar fe que desde los primeros pasos en educación nos dan un tipo de inyección en valores compuesta por la equidad, justicia, respeto, lealtad, integridad y otros, pero que en definitiva son la base y los principios para el desarrollo de la ética a los niveles que se necesita en la sociedad, al observar esto sabemos que no es una tarea fácil sin embargo es un grano de arena para la sociedad desde el punto de vista de ciudadanos ricos en valores y conocimientos integrales que contribuyan al bienestar colectivo.
Cuando se entiende la ética como un pilar para una forma de vida plena y de bienestar para la sociedad, se entiende que no es para el bienestar individual sino que enriquece de forma grupal a las personas que interactúan con esta filosofía de vida, y es que un mundo sin ética representaría un caos; no existiría ningún tipo de relación efectiva, no habría respeto por el trabajo de otros, la competencia pasaría a ser un arma de destrucción y no una forma de crecimiento conjunto, etc.
El saber que existen instituciones como Fe y Alegría que apuestan por una vida éticamente responsable y que a su vez nos dice que siguen creyendo en un mundo que comparta esa idea, nos trasmite un mensaje de aliento para el cambio, el vivir con ética en el colegio, la universidad, el trabajo, la familia y comunidad en definitiva contribuye al bienestar colectivo de la sociedad e indiscutiblemente sobre el sentido de vida que se necesita emprender en el mundo de hoy tan cambiante y diverso pero que aun así se interconecta cada vez más rápido y nos invita a participar en el contagio de ética en todos los ámbitos de la vida de ser humano.
Estamos a tiempo de un cambio para contribuir con ética al desarrollo del país, al culminar este artículo quisiera regalar un pensamiento del Padre José María Vélaz fundador de Fe y Alegría en Venezuela y nos ayude a reflexionar sobre un cambio como ciudadanos con la ética presente.
Estoy pensando en ustedes, en los que vendrán. Estoy haciendo caminos para pasos que no serán los míos” Padre José María Vélaz s.f

Jeison Torres Juvinao, estudiante de Contaduría Pública

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