Miriam Benhayón: Mientras las máquinas procesan datos, los investigadores cuestionan lo establecido

La edición 23-24 del Premio Lyezer Katan, no solo celebró los logros más destacados de la investigación, sino que también sirvió como un foro de reflexión crucial sobre el rol del científico en plena irrupción de la inteligencia artificial. En un contexto donde la inmediatez de los datos y las respuestas automatizadas parecen dominar, la ceremonia reivindicó el valor insustituible del escepticismo humano y el rigor metodológico. El eje central de la jornada fue claro: frente a la eficiencia de los algoritmos, la capacidad de dudar, cuestionar lo establecido y tener la humildad de reevaluar, se erige como la herramienta más poderosa del verdadero investigador.

Las palabras de apertura estuvieron a cargo de la decana de Investigación y Desarrollo Académico, Miriam Benhayón, quien subrayó que en tiempos de inteligencia artificial y respuestas automáticas, la duda se ha convertido en el mayor signo de humanidad dentro de la ciencia. Reivindicó el papel del investigador como aquel que se atreve a cuestionar, incluso sus propias conclusiones, en la búsqueda constante de la verdad.

En su discurso, Benhayón recordó que la ciencia no avanza por certezas, sino por la valentía de interrogar lo evidente. “En esta era de algoritmos y respuestas inmediatas, la capacidad de dudar se ha convertido en un superpoder humano. Mientras las máquinas procesan datos, son ustedes, nuestros investigadores, quienes practican el arte de cuestionar lo establecido, interrogar lo aparentemente obvio y buscar lo increíble (…) Hoy celebramos a quienes supieron dudar a tiempo, a quienes cuestionaron hipótesis establecidas, a quienes desconfiaron de sus primeros resultados y a quienes tuvieron la humildad de volver a empezar”, afirmó.

Por su parte, el director de Investigación, Miguel Albujas, rindió homenaje al espíritu que impulsa a los investigadores a ir más allá de lo evidente.

“Hoy no sólo premiamos resultados, sino que celebramos el esfuerzo, la curiosidad y la pasión por descubrir. La ciencia no avanza con aplausos, sino con dudas; no progresa con exhibición, sino con rigor; no se mide por el brillo del nombre del investigador, sino por la solidez del argumento”, afirmó.

Con la presencia de la rectora María Isabel Guinand; la vicerrectora académica, Natalia Castañón; la vicerrectora administrativa, María Gabriela Escalona y la decana Miriam Benhayon, los galardonados recibieron sus reconocimientos en una ceremonia cargada de emoción y orgullo institucional.

El premio Lyezer Katán tiene como propósito honrar el trabajo intelectual de los profesores investigadores de la UNIMET, cuyos proyectos fortalecen el conocimiento y la innovación académica. En esta edición, los doce galardonados que ocuparon las diez primeras posiciones —tras un empate en los puestos sexto y octavo— fueron: Liliana Vaudo Godina, Diego García-Álvarez, Víctor Tortorici, Sergio Rosales, Miguel Asuaje, María Elena Garassini, Franco Roversi, Pedro Teppa Garran, Johnny Gavlovski, Rainner López, Rafael Arráiz Lucca y María Alejandra Rodríguez.

La profesora Liliana Vaudo Godina, directora ejecutiva del Observatorio de Derecho Corporativo y Buenas Prácticas Empresariales de la UNIMET, obtuvo el primer lugar con una puntuación récord. Durante su intervención, hizo un llamado a abrazar la innovación y a no temerle a las nuevas tecnologías.

“La Universidad Metropolitana tiene una característica fundamental: la innovación y el ser un campus sustentable. Eso debe motivarnos a producir y generar conocimiento a través de procesos disruptivos y nuevas tecnologías, incluso aquellas que muchos temen utilizar. Lo importante es hacerlo con objetividad, voluntad y con la satisfacción de estar aportando a la construcción del conocimiento y al cambio que requiere nuestro país”, destacó.

La rectora María Isabel Guinand cerró la ceremonia recordando el espíritu con el que fue fundada la universidad hace 55 años y reafirmando su compromiso con el país.

“Hace 55 años, la Universidad Metropolitana abrió sus puertas en la antigua sede del Colegio América. Con apenas 198 alumnos, 29 profesores y cinco carreras, nació más que una institución educativa: nació un proyecto de país. Hoy, celebramos a 12 profesores que han demostrado una extraordinaria dedicación, creatividad y rigor en su producción intelectual. ‘Crear soluciones’ resume el espíritu de la investigación en la UNIMET: es el corazón de nuestro compromiso con el país y el pilar de nuestra visión estratégica”, subrayó.

También fueron entregados certificados de reconocimiento al resto de los profesores investigadores que participaron en la convocatoria. Recibieron diplomas: Rafael Acosta Sanabria, Carmen Rosa Arzola Perera, Josefina Blanco Baldo, Yaritza Cova Jaime, María G. Escobar Domínguez, Omar Ferrer Castellano, Nailet Gómez Padilla, Astrid Lander Merchán, Jean Carlos Liendo, Johnny Monasterio Pérez, Elvira Navas Piñate, Ángel Padilla González, Alberto Paz Gómez, José Alberto Peña, María Angélica Pérez, Hérmes Pérez Fernández, Suhey Pérez Sepúlveda, Rosa Rodríguez Bengoechea, Car-Emyr Suescum Coelho, Siro Tagliaferro Istúriz, Isabella Urdaneta Pérez, Ana María Velásquez Anderson y Pura Zavarce Armas.