La atención transformativa llegó a la UNIMET de la mano de Adriana Bravo
El pasado viernes 18 de octubre de 2024, Adriana Bravo, doctora en Química de la Universidad Simón Bolívar ofreció en el Auditorio Fundación Polar la conferencia “La atención transformativa: transformar, desde adentro, nuestra relación con una realidad en constante cambio”.
Durante la conferencia, organizada por la Facultad de Humanidades y el Departamento de Desarrollo Integral de Servicio Comunitario de Universidad Metropolitana, Bravo abordó temas relacionados con la neurociencia y cómo es posible entrenar el cerebro, y por tanto la mente, en pro de nuestro beneficio.
Aseguró que la atención transformativa, o atención consciente, puede favorecer el aprendizaje de nuevas habilidades, el desarrollo de la inteligencia emocional e incluso mejorar el estado de ánimo y el bienestar propio, dándonos herramientas para manejar situaciones desafiantes a través de la empatía y el autocontrol.
También compartió con los presentes los cuatro hallazgos de la neurociencia, obtenidos luego de haber estudiado los cerebros de personas comunes y haberlos comparado con cerebros de personas que practican la meditación de forma habitual desde hace varios años. Estos hallazgos incluían que el cerebro cambia durante toda la vida con cada experiencia vivida, que estos cambios ocurren de acuerdo a patrones de actividad, que la atención enfocada es la base para el desarrollo de otras habilidades, y que aquellas cosas que se practican de manera regular es lo que se refuerza como conducta adquirida habitual.
Bravo concluyó que, a través de la atención consciente, el ser humano es capaz de observar su propia mente, darse cuenta del surgimiento de juicios, emociones y actitudes; identificar condicionamientos y hábitos propios, notar la propia resistencia al cambio y discernir posibles antídotos, y lo más importante, conectarse con los demás a través de la empatía y la gentileza.
Esta atención consciente puede entrenarse a través de la práctica diaria de la meditación, una herramienta que aunque parece sencilla puede ser complicada de dominar. Para ello, la persona atravesará tres fases: primero llevar la atención al momento presente: teniendo la respiración como punto de ancla, tendrá sus primeros encuentros con la mente dispersa. Segundo, darse cuenta de cómo funciona su propia mente (distracción, agitación, confusión) en esta etapa aparecen las actitudes y los juicios. Y tercero, el discernimiento, observar el efecto que tienen las actitudes en la forma en que reaccionamos e interactuamos con otros.
Para finalizar su ponencia ofreció algunos ejemplos de cómo dominar la atención consciente puede ser beneficioso para el bienestar emocional y físico de las personas. Luego informó de algunos proyectos que promueven esta práctica en diferentes universidades del mundo como Harvard, Stanford, MIT y el Center for healthy minds, en la Universidad de Wisconsin.
La rectora de la UNIMET, Marisa Guinand, cerró la conferencia agradeciendo la presencia de la doctora Bravo y sus reflexiones. Asimismo, la invitó a conocer y participar en el Laboratorio de Neurociencia de esta casa de estudios, liderado por el Doctor Victor Tortorici, quien en este momento trabaja en una línea de investigación en neurociencia vinculada a la educación, que se centra primordialmente en la atención como primer elemento de aprendizaje.