Jesús Dávila es el nuevo director de la Escuela de Derecho de la Unimet
El profesor Jesús Dávila egresó en 1999 de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello, y cursó más adelante una Maestría en Derecho Corporativo de la Universidad de Nueva York. Desde el año 2002, Dávila se ha especializado en el Derecho Corporativo, específicamente en la Firma BakerMckenzie, de la cual hoy en día es socio.
“Pertenezco a varios Comités Regionales, en los cuales diseñamos políticas para el desarrollo de la práctica en Latinoamérica; y adicionalmente, soy presidente del Comité de Compliance de Venamcham. Mis áreas de especialización se refieren al derecho mercantil en sus diversas manifestaciones, y mi trabajo se centra en apoyar a los inversionistas -locales y extranjeros- en el diseño e implementación de estrategias de inversión comercial en Venezuela y Latinoamérica”, explica.
Su vínculo con la academia no es nuevo. Jesús Dávila ha sido profesor de las escuelas de Derecho de su alma máter y de la Universidad Monteávila. Asimismo, en el año 2005 ingresó a las filas de la Universidad Metropolitana como profesor de la Maestría de Derecho Tributario, en la que daba la asignatura de Introducción al Derecho para no abogados; y en 2006, fue designado profesor de pregrado en Introducción al Derecho. Su trayectoria también lo ha llevado a ser tutor de al menos 20 trabajos de grado, muchas de ellas con mención honorífica.
“Durante mi carrera académica, no solo me he encargado de los temas de Introducción al Derecho y Análisis Jurídico, sino que además me concentro en las materias de Derecho Mercantil y Tópicos de Derecho Mercantil”, agrega.
En este mismo ámbito, Dávila destaca que de sus estudiantes siempre se ha llevado un “profundo orgullo” al saber que cada año egresan generaciones con “un excelente recurso humano”.
“Los estudiantes de la Unimet son recursivos, orientados a la solución de problemas, modernos y con competencias especialmente destinadas al impulso del sector productivo. Los estudiantes de la Unimet no solo tienen una sólida formación, también comparten valores de honestidad y solidaridad, así como pensamiento crítico, cosas tan importantes en estas épocas. Con respecto a mis alumnos, creo que deben llevarse dos cosas: (i) el valor de la excelencia y (ii) la importancia del esfuerzo”.
Igualmente, el profesor Jesús Dávila manifiesta que cada trimestre se esfuerza por inspirar “los valores que hace de un egresado un buen abogado: expresión verbal, puntualidad, disposición y atención al detalle”. “También creo que, conociendo mi carrera, espero que los estudiantes vean que un abogado no tiene que dedicarse a una sola cosa y que desde esta carrera puedes tener distintas responsabilidades”.
Dirección de la Escuela de Derecho
El profesor, quien actualmente cursa su doctorado en la UCAB, asume la dirección de la Escuela de Derecho con múltiples expectativas y planes, pero siempre con un objetivo claro: “que nuestros estudiantes y profesores se sientan más orgullosos de pertenecer a nuestra comunidad”.
“A veces se olvidan los grandes egresados que tenemos en la Escuela. Hoy en día, empresas como Colgate y Venemergencia cuentan con egresados en los más altos cargos de dirección legal. Por otra parte, nuestros egresados están presentes en las mejores firmas de nuestro país – como el actual jefe de Departamento, Yeoshua Bograd, socio de Travieso Evans y uno de los mejores laboralistas jóvenes del país-. Adicionalmente, tenemos egresados en el mundo académico muy importantes: Nailet Gómez, joven académica y dedicada, una promesa del Derecho Mercantil; Victoria Capriles y Andrea Santacruz, símbolos del compromiso de la nuevas generaciones con los derechos humanos; y Angélica Calzadilla, quien me precede en la dirección, y una de los voces esenciales en materia de Bioética en Latinoamérica. Y si hablamos de nuestros profesores, tenemos nombres que resaltan más allá de nuestro campus: Rogelio Pérez Perdomo, Cheo Araujo, el profe Calvani, entre otros, así como los recordados profesores Humberto Njaim y Andreyna Febres”.
Dávila reitera que otro objetivo fundamental en su gestión es entusiasmar a los estudiantes con la carrera de Derecho, que los jóvenes sientan que en ella pueden encontrar las herramientas para “realizar sus aspiraciones profesionales”. “Finalmente, estamos en continuo contacto con los estudiantes y profesores para mejorar y fortalecer nuestro pensum y la manera de articular el mismo con las necesidades de la economía del país”.
El académico considera que uno de los mayores retos que tiene es derrumbar los mitos que se han creado sobre “nuestra Escuela y sobre los estudios del Derecho”.
“Hoy en día (más que nunca) la profesión del abogado es esencial para una economía global llena de problemas y obstáculos. El mayor reto es que los (posibles y actuales) estudiantes se emocionen con el Derecho y lo vean como una verdadera opción profesional. Adicionalmente, un reto importante es garantizar la excelencia tomando en cuenta el momento histórico que vivimos: temas como la pandemia, la inmediatez en la información, el ChatGPT, entre otros, son asuntos que en algunos casos han torpedeado el proceso natural de generación de excelencia en nuestras universidades. Por otro lado, creo que es importante transmitir un mensaje de energía y optimismo, el país no va a mejorar sin el concurso de todos”.
Ventajas competitivas del egresado
Dávila asegura que la principal ventaja del egresado unimetano es la de poseer una “Escuela cuyos estudios tienen su base en el modelo estadounidense de enseñanza del Derecho”.
“Nuestros estudiantes no estudian en clases magistrales, sino con el método de casos. Lo anterior les permite ser curiosos, orientados a la resolución de problemas, pragmáticos y resilientes. Nuestros estudiantes entienden el conocimiento como una herramienta para lograr soluciones en las diversas áreas en las que se desempeñen. Adicionalmente, contamos con un pensum moderno e innovador. Pocas Escuelas de Derecho ofrecen materias como Derecho Comparado o Ética de los Negocios. También la gama de electivas y materias generales que se ofrecen, colocan a nuestro estudiante en una posición de vanguardia. Por ejemplo, esos estudiantes que ven Taller de Emprendimiento no saben lo invaluable que puede ser la experiencia vis a vis y su experiencia profesional: ellos enfrentan los problemas de un emprendedor y por lo tanto durante su vida profesional podrán relacionarse con sus clientes emprendedores de una forma directa y clara”.
“Otro elemento esencial es nuestros planes de carreras simultáneas. Por ejemplo, nuestro querido plan combinado que adelantamos con la Escuela de Estudios Liberales permite a un estudiante graduarse como abogado y licenciado en Estudios Liberales de una manera eficiente y práctica. Asimismo, la política de minors de la Unimet es una oportunidad de oro para que nuestros estudiantes generen certificados/diplomas en áreas de conocimiento que les permita mejorar sus CVs frente a posibles empleadores. Por otro lado, nuestros requisitos de grado son únicos en el país. Nuestros estudiantes deben entregar un artículo académico de investigación y deben hacer un examen comprensivo. Estos factores aseguran la excelencia y el desarrollo de competencias que no pueden encontrar en otras casas de estudio. Creo que nuestra Escuela de Derecho es una comunidad en todo el sentido de la palabra. La idea es darle un contenido humano a la enseñanza del derecho. Las puertas de nuestra Escuela siempre están abiertas para el que necesite apoyo y ayuda de nuestra parte”.
Dávila sostiene que gracias a un excelente equipo la Escuela ha dado y seguirá dando importantes pasos para que los estudiantes se sientan escuchados y apoyados por sus autoridades, y recuerda la importancia del rol de Carmencita Gómez, a quien cataloga como “el corazón de nuestra Escuela”.
“Estamos fortaleciendo los canales de información de y hacia la Escuela de Derecho. Adicionalmente, junto con el profesor Bograd estamos repensando y mejorando el pensum de nuestros estudios, incorporando materias modernas y nuevos profesores. Por otro lado, es importante generar una política de reconocimiento a nuestros profesores (actuales y ausentes) y estudiantes. Se le atribuye a Newton la frase «estamos parados en los hombros de gigantes», pues así nos sentimos en la Escuela, somos herederos de una tradición jurídica importantísima que apenas empieza y estamos construyendo. El proceso educativo es complejo y difícil, y si nosotros logramos generar más sinergia con nuestros estudiantes, tendríamos un circuito virtuoso que permite optimizar nuestros procesos de enseñanza y de esa manera tener profesionales comprometidos con el desarrollo del país. Las nuevas generaciones han superado la pandemia, la big data y las redes sociales, todos estos fenómenos afectan el desarrollo del proceso educativo, nuestro compromiso es entenderlos y de ese modo crear espacios de excelencia”.
Por último, señala que “los abogados modernos son aquellos que entienden las necesidades de sus clientes y se transforman en verdaderos consejeros que están allí para generar oportunidades y advertir/gestionar riesgos”. Por ello, los egresados de la Universidad Metropolitana tienen una formación fundamental que encaja con las necesidades del sector productivo.
“Nuestros estudiantes y egresados tienen esta formación en su núcleo más fundamental. La formación integral de nuestros estudiantes permite que el egresado entienda las situaciones comerciales y prácticas de sus clientes y gestione soluciones que tienen clara base legal pero con un approach práctico. Nuestros egresados ayudan al sector productivo a navegar en situaciones muy complejas con visión práctica y comercial, pero con un sólido conocimiento legal. En la Escuela tenemos varios proyectos de vinculación con el sector productivo; y las organizaciones que hacen vida en Escuela son esenciales para esa vinculación. En este sentido, el Observatorio de Bioética, Centro de Derechos Humanos y el Observatorio de Buenas Prácticas Corporativas, representan la posibilidad de establecer vínculos específicos con el sector productivo. Actualmente tenemos varios proyectos y propuestas que incluyen (i) creación de premios académicos patrocinados por el sector privado; (ii) generación de reportes sobre materias sensibles en áreas específica del derecho; y (iii) análisis y formulación de posibles normas aplicables a sectores productivos para poderlos proponer a las autoridades correspondientes. Asimismo, desde la Escuela se organizan continuamente eventos que permiten que el sector privado escuche a ponentes de la más alta calidad, explicando temas de actualidad jurídica. Por otra parte, nuestras organizaciones están abiertas a generar asesorías para el sector productivo para temas complejos y que requieran un análisis exhaustivo. Adicionalmente, nuestro plan de pasantías es una oportunidad de lujo para que nuestros estudiantes se involucren con distintos sectores de la economía nacional y contrasten nuestro modelo educativo con la realidad de cada empleador”.