Germán Crespo Figueroa: Mi misión dentro de la docencia es formar por competencias a los jóvenes
El profesor Germán Crespo Figueroa se interesó por la Ingeniería Mecánica “porque expone los conocimientos y destrezas del campo más importantes y aprendí haciendo las cosas”. Asegura que “la concepción, lo básico, el detalle, la construcción, la operación, el mantenimiento, el conseguir soluciones a los problemas y retos, el trabajo en equipo”, entre otras cosas, son fundamentos de la carrera que encajaban con sus aptitudes.
Crespo Figueroa egresó de la Universidad Simón Bolívar, Cum Laude, en el año 1979; y dos años más tarde, en 1981, egresó de su misma alma mater como Magister en Ingeniería Mecánica.
A la Universidad Metropolitana llegó en abril de 1980, donde se ha destacado desde entonces en la elaboración de trabajos de campo y docente.
“La planificación de una producción, el trabajo de soldadura, selección de pernos, puentes, plantas petrolera y petroquímicas, teleféricos, análisis de fallas, intercambiadores de calor y obras en muchas otras áreas resumen mi gestión. Por cumplir con ambas partes, nunca opté por un tiempo completo y aún estoy a tiempo convencional después de 42 años. En labores administrativas para desarrollar el emprendimiento en la Unimet y el trabajo de campo con los estudiantes dediqué una buena parte del tiempo”, explica.
Durante su trayectoria en el hogar del samán, Crespo Figueroa ha dejado huella en las asignaturas de Diseño I y II de Elementos de Máquinas, Procesos de Fabricación I, II y III, Mecánica de Sólidos I y II, Mecánica I, Análisis de Riesgos, Ultrasonido, Partículas Magnéticas, Inspección Visual, Radiografía Industrial, Introducción a la Ingeniería, Taller de Trabajo Final, Mantenimiento y asignaturas de Ingeniería de Producción.
Asimismo, el profesor ofrece “charlas sobre Emprendimiento, Análisis de Fallas y Gerencia de la Construcción”.
Retos en el oficio
Germán Crespo Figueroa insiste en que el reto más importante durante sus 42 años en el oficio de la docencia ha sido incorporar a los docentes en un esquema que abarque la “formación por competencias, el emprendimiento como cultura y el éxito como un camino”.
“No es solo colocar un número sobre 20 con la nota definitiva: es hacer que los estudiantes tomen conciencia de lo que hacen. Sus asignaturas son parte de un conjunto superior en la formación docente. Que salgan a la calle a ejercer y que noten que su vida depende de ello. Mientras más hagas, más recibes. Un líder no tiene por qué ser emprendedor y un emprendedor no tiene por qué mezclarse con la gerencia. Un egresado que aprenda a trabajar en equipo debe llegar muy lejos. Si trabaja sólo, le va a costar más integrarse al grupo de trabajo. Los conocimientos existen y depende de cada uno conseguirlos para ejercer”, resalta.
Asimismo, el profesor añade que cada trimestre espera que sus alumnos se lleven de sus clases herramientas que pongan en práctica en su desarrollo como profesional.
“Si yo hago algo a lo que se le pone precio, entonces puedo cobrar por mi empeño y esfuerzo. Que sea su propio ‘Gerente de Ventas’. Cómo se discute, cómo se le pone precio a las cosas que uno realiza, cómo se le ponen ‘horas hombres’ al emprendimiento, cómo se valora la creatividad y la innovación. Cómo se lleva adelante un trabajo en equipo”.
Valor unimetano
El ingeniero considera que su misión dentro de la docencia es “formar por competencias a los jóvenes”, lo que les permite a su vez “desarrollar los conocimientos, las aptitudes, las habilidades y la ética”.
“Presentar un panorama lo más completo posible para que se desarrollen como profesionales para que incluyan en la formación los conocimientos cambiantes ya actualizados. Para que tengan unas bases sólidas que les permitan formar equipos con cualquier disciplina”, sostiene.
Concluye que durante estos 42 años ha compartido su visión académica con la Universidad Metropolitana.