Expertos evaluaron el liderazgo postpandemia en foro del Celaup de la Unimet

La pandemia por el Covid-19 tiene consecuencias profundas en el terreno de la política. La pandemia llegó para aislarnos en nuestras casas, imponer el status quo, y, en el caso específico de Venezuela, trastornar la lucha por la libertad.

Evaluar y desglosar cuál será el liderazgo postpandemia y cuáles son los cambios que puede traer el coronavirus en el ejercicio de la política venezolana y global, fueron los temas en torno a los cuales giró el foro La democracia postpandemia: El liderazgo necesario, organizado por el Celaup de la Unimet que contó con la moderación del periodista Alonso Moleiro y las valiosas intervenciones de  José Ignacio Moreno León, Luis José Uzcátegui y Ramón Piñango, profundos conocedores del hecho social, de la gestión de gobierno y del entorno psicológico y psiquiátrico del colectivo.

Durante su participación, José Ignacio Moreno León, director del Celaup, señaló que con la crisis económica y política generada por la pandemia la región deberá “hacer un gran esfuerzo por buscar un modelo de desarrollo que le permita sobrevivir exitosamente en este entorno de nuevas realidades que aceleran la desigualdad social, que amenazan la democracia y que significan un reto para un nuevo liderazgo que sea capaz de enfrentar exitosamente esa circunstancia”.

A su juicio, los procesos que deben ponerse en marcha para solventar este problema no pueden ser monopolios de partidos políticos y el modelo de sobrevivencia en esta nueva realidad debe ser repensado.

Para ello, Moreno León apunta que se debe hacer un gran esfuerzo y un gran acuerdo social para fortalecer la institucionalidad democrática a través de la educación para la democracia.

“Yo creo que la universidad, a nivel latinoamericano no puede ser un convidado de piedra en esta búsqueda de herramientas para enfrentar la crisis. Me atrevería a señalar que la universidad latinoamericana tiene que romper con ese aislamiento del compromiso social que ha mantenido tradicionalmente. Veo a la pedagogía de educación en valores como una forma de fortalecer la democracia. A mi juicio, es la manera de enfrentar la crisis”, aseguró.

Por su parte, el psiquiatra Luis José Uzcátegui indicó que el coronavirus ha activado la psicopatía en la mente de los actuales líderes.

Según Uzcátegui las medidas generadas para contrarrestar el coronavirus determinan comportamientos sociales. Debido a la cuarentena hay una inhibición de la acción, de la participación social, además se forja una alta dependencia de parte de las grandes colectividades hacia el líder.

“Estas dos condiciones de acción social, han activado en la mente de los individuos con poder sus dinámicas totalitarias, sus redes cerebrales totalitarias. Y para vincular esto a una terminología, se han activado las redes psicopáticas”, precisó.

Para Uzcátegui  “el sueño de todo totalitario es poder tener a una sociedad dominada bajo estas características. Sin ellas, el totalitario no se puede mantener en el poder”.

Son las dinámicas sociales las que pueden estabilizar esta situación, disminuir el riesgo.

“Las mentes totalitarias solo pueden ser controladas por las leyes, la justicia, no hay posibilidades de negociación”, indicó.

En opinión de Ramón Piñango, expresidente y profesor emérito del IESA, la pandemia presenta retos muy particulares al liderazgo.

“Uno de esos retos es cómo ayudar a enfrentar la incertidumbre, que se presenta no solo porque atenta contra la vida, sino contra la estabilidad social en general, el otro reto es tener credibilidad, sin credibilidad no se puede liderar”, sostuvo.

Para Piñango, “la gente necesita certidumbre y el líder no le puede ofrecer esa certidumbre, lo que puede ofrecer es maneras de enfrentarla y la manera de generar credibilidad en estos tiempos es crear coherencia entre la acción y la palabra”, concluyó-

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