Especialistas en comunicación digital, política e historia debatieron sobre la libertad de expresión en las redes sociales
El Departamento de Estudios Políticos de la Universidad Metropolitana, la ONG Redes Ayuda y el Observatorio Digital ProBox, realizaron el encuentro Libertad de Expresión y Medios Digitales en Venezuela, en el que especialistas de la comunicación digital y representantes de la academia venezolana conversaron sobre el estatus de la libertad de expresión en el país y su influencia sobre el funcionamiento de los medios digitales.
La cita contó con la participación de María Virginia Marín, directora ejecutiva del Observatorio ProBox; Melanio Escobar; periodista y director de Redes Ayuda; Rafael Arráiz Lucca, profesor de civilizaciones e historia de la Unimet; y Guillermo Tell Aveledo, profesor de pensamiento político de la Unimet.
Por su parte, Óscar Vallés, profesor y jefe del Departamento de Estudios Políticos, moderó la tertulia. “Queremos agradecer a Humberto Rumbos, y a sus amigos de la maestría de Estudios Políticos de Gobierno haber tomado la iniciativa de convocar a las personalidades y profesores para conversar sobre un tema que realmente es crucial”, agregó.
María Virginia Marín fue la encargada de abrir el debate. Durante su intervención presentó data sobre la intervención del Estado en la actividad en las redes sociales, específicamente en Twitter.
“Hay un componente muy importante de propaganda, desinformación y muchos tipos de manipulación en redes sociales, que lo que buscan básicamente es alterar la opinión pública que no puede ir a estos medios tradicionales para verificar si una información que es viral en redes efectivamente es una noticia de algo que está surgiendo o es desinformación o información errada”, explicó.
Según datos del Observatorio, en 2021 el 92,4% de los tuits registrados por ProBox fueron del oficialismo; 17,8% de la sociedad civil; 6,9% de la oposición venezolana; 3,5% de redes anónimas; y 11,1% de otros. Asimismo, ProBox compartió una data sobre el promedio de inorganicidad, en el que 56,08% de los tuits fueron impulsados por posibles cuentas falsas o comportamiento inauténtico vinculado al oficialismo. El oficialismo es el actor que genera la mayoría de las tendencias y tuits en la conversación de la sociopolítica venezolana.
“La mayoría de las tomas de decisiones se ven nutridas por lo que sucede en Twitter, y si esto es un espacio que efectivamente está siendo manipulado y nosotros no entendemos esta manipulación, entonces podemos ser víctimas de la desinformación y ser incluso manipulados en el momento o en los insumos que necesitamos para tomar decisiones sobre nuestra vida y la política en Venezuela”, comentó.
Melanio Escobar indicó desde Redes Ayuda han elaborado informes para resaltar el comportamiento desde el Estado hacia la libertad de expresión. Actualmente los dividen en dos informes: 1.0 que se encarga de reseñar “ataques físicos que van desde aprensiones a periodistas; decomiso o expropiación de sedes; y amenazas o persecución judicial en contra de periodistas o medios”. Y el informe 2.0, el cual está también vinculado a los datos el comportamiento en redes sociales, pero incluye “hackeos, acoso, bloqueos, censura y todo lo que hace Conatel”.
Destacó que lo que hay que entender e internalizar es que el oficialismo “se ha encargado desde hace más de 20 años es que, aunque parece por impulso, es algo que se ha desarrollado y ejecutado desde hace año. Ha ido muy quirúrgicamente cercenando todas las aristas de la libertad de expresión y atacando por todos sus lados. Esto empezó con un discurso oficial desde la presidencia”.
“Para el oficialismo es una necesidad controlar la conversación y la retórica, ya que no pueden cambiar los hechos en lo cuales, en muchos escenarios, son acusados de violadores de derechos humanos, por ejemplo, o ejecutores de crímenes contra la humanidad. Pero lo que sí pueden intentar hacer es controlar la conversación y la retórica, y la percepción de esos hechos ante la opinión pública. Y lo hacen con mucho éxito”.
Habla la Academia
Rafael Arráiz Lucca explicó que saber que en Venezuela hay un 72% de penetración de internet explica “por qué el oficialismo le pone tanto cuidado a las redes, y probablemente el desconocimiento de ese 72% de penetración de internet te dice por qué los sectores de oposición son tan débiles en las redes”.
“La información nos está revelando que la penetración de internet es mayor a la que pensábamos. Si eso es así se confirma una tendencia, prácticamente mundial, en donde las redes son el nuevo escenario de la política, y si queríamos una comprobación total de eso veamos a Colombia, donde Hernández hizo una campaña política con 20 veces menos capital que sus adversarios, enfocada casi exclusivamente en las redes, y muy particularmente en Tiktok, y le arrebató el segundo lugar a Federico Gutiérrez”, comentó.
El escritor, abogado, Magíster y Doctor en Historia (UCAB) e Individuo de Número de la Academia Venezolana, alegó que es necesario que la oposición cambie el discurso de “Twitter no sube cerro y que el acceso a las redes es limitado porque las cifras que nos da María Virginia Marín revelan que hay una realidad muy distinta, y que el oficialismo entiende esto bastante bien y, de hecho, inunda las redes con información sea esta verdadera, falsa o inauténtica, pero es un hecho político”.
Por último, Guillermo Tell Aveledo expresó que las reflexiones de los invitados tienen una importancia que hay que dar a conocer, pues permite ver un espacio en el que “los medios tradicionales están amenazados por dos fuerzas distintas”.
“Esto es parte de un reto de la democracia. Si queremos que la democracia se complemente con los elementos deliberativos que tanto ha planteado la comunidad política, las redes sociales presentan un reto extraordinario”, expresó.
Afirmó que en Venezuela existe un espacio de relativa libertad porque “siempre está el Estado vigilando, acechando o monitoreando las redes, y ha castigado a ciudadanos por sus opiniones; pero a su vez está la propia manipulación que hace el Estado dentro de esas redes sociales. Y hay una intervención un poco más burda de otros sectores políticos, con el uso de bots e influencers, que no son libres, sino que están en el registro de ciertas instituciones políticas, que vuelve tóxico y crea una gran desconfianza en uno de los pocos espacios donde podría haber una gran seguridad, y eso es preocupante porque nos lleva al populismo”.
El conversatorio concluyó con una ronda de preguntas provenientes del público y también de los especialistas.