Con la participación de distinguidos ambientalistas tuvieron lugar las X Jornadas de Laboratorios Ambientales de la Unimet
Con el objetivo de conocer y analizar la importancia de la Gestión Ambiental para la mejora continua de los procesos empresariales, el pasado 12 de noviembre se desarrollaron las X Jornadas de Laboratorios Ambientales, evento organizado por el Departamento de Construcción y Desarrollo Sustentable de la Unimet que contó con la moderación de la profesora del Departamento de Desarrollo Integral, María Fernanda Rodríguez.
Correspondió a la jefa del Departamento de Construcción y Desarrollo Sustentable y directora de Proyecto Ávila, Yazenia Frontado, dar la bienvenida a las Jornadas, quien recordó que es precisamente a través de la herramienta de la Gestión Ambiental que se puede lograr la eficiencia y reducir la huella de carbono.
Frontado aseguró además a quienes se conectaron que refrescarían conocimientos, pero también adoptarían nuevos, «porque el mundo está en constante evolución y debemos adaptarnos a los cambios”.
A continuación, la profesora de la Unimet, Silvia Acuña, expuso los elementos fundamentales en el tema de la Gestión Ambiental, permitiendo a los participantes conocer los conceptos clave para determinar la importancia de la Gestión Ambiental, tales como el desarrollo sostenible, la disponibilidad y el manejo de los recursos, el rol como ciudadanos, cómo podemos cuidar nuestro entorno y lograr la máxima seguridad en los procesos productivos y el compromiso con la agenda 2030, entre otros.
“No queremos perder calidad de vida, obviamente, pero cada vez que se diseñe un producto, o se inicie una empresa, hay que entender que el cuidado ambiental debe ser primordial y debe convertirse en un eje transversal de la gestión”, sostuvo Acuña.
Tocó luego el turno al ingeniero Carlos de Santos, profesor de la Universidad Católica de Ávila, de España, quien se enfocó en el tratamiento de la problemática ambiental más grande, el calentamiento global, explicando la gestión de Gases de Efecto Invernadero.
De Santos inició su ponencia aclarando que el efecto invernadero no es malo, más bien “es indispensable para la vida en la tierra tal y como la conocemos”.
“El problema es salirse del equilibrio de temperaturas que mantiene el planeta y que es algo de lo que hemos venido hablando como sociedad desde hace bastantes años”, añadió.
El profesor afirmó que el cálculo de la huella de carbono debe ser visto más que como un gasto, como una inversión. “La mejora en las emisiones que tengo va a redundar en un menor consumo de energía o en un aprovechamiento más eficiente de esta”.
Para de Santos el problema de los gases de efecto invernadero debe ser atacado pensando, organizando y actuando de manera global.
“No vale decir hay países que contaminan mucho y yo soy solo una persona, yo no tengo impacto, porque al final la suma de todos es lo que genera impacto”, aseveró.
Para cerrar, Macarena Segarra, también profesora de la Universidad Católica de Ávila, de España, conversó acerca de la integración de los sistemas de Gestión de Calidad, Gestión Ambiental y Seguridad Laboral, para resaltar los beneficios de mejorar en los procesos de las organizaciones al incluir esta modalidad.
Al hablar de este tema Segarra indicó que los sistemas de gestión de las empresas pueden basarse en unos estándares de gestión, que son, en este caso, los estándares de ISO, que marcan los requisitos que deben cumplir las empresas para ser certificadas.
Explicó que la Gestión de Calidad se basa en la norma ISO 9001 (2005), la de Gestión Ambiental en la ISO 14001 (2005), la de Gestión de Salud en el Trabajo en la ISO 45001 (2018) y otras normas integrales “que nos van a permitir dar un valor adicional a nuestras empresas y a nuestros sistemas”, como la ISO 50001 (Eficiencia energética) y la ISO 27001 (Sistemas de Gestión de Información), entre otras.
Segarra se refirió a las ventajas que conlleva integrar los Sistema de Gestión, señalando entre las ventajas directas la disminución de la burocracia, la simplificación del proceso de formación, la optimización del tiempo y el dinero y la optimización de recursos necesarios para la auditoría. Como ventajas indirectas enumeró una mayor implicación en la estrategia empresarial, una mejora de la comunicación interdepartamental, la suposición de un incentivo para innovar y proporcionar un valor agregado a la organización y, en último lugar, facilitar la posibilidad de tener un sistema de gestión global.