Cómo competir con la informalidad
La discusión sobre la informalidad es un tema que ha sido tratado extensamente por expertos económicos y de los cuáles hay muchos aprendizajes de su origen, su tipificación, su expansión, su impacto y también políticas públicas que procuren su mitigación.
De acuerdo a estudios realizados por Demetrio Marotta Lanzieri, investigador de la UCAB, “cuando nos referimos a “Economía Informal”, por lo general hablamos de las actividades económicas realizadas por trabajadores o unidades productivas al margen de las estructuras económicas institucionalizadas, de la normativa legal y fiscal, y de los sistemas de registro formales.
Son actividades que producen bienes y servicios lícitos pero que no están amparados por las leyes o, en cualquier caso, éstas no son cumplidas por ser consideradas inadecuadas y engorrosas por parte de quienes las realizan, o por imponer costos excesivos en relación al tamaño de las empresas que operan en este ámbito, de acuerdo a la OIT.
Estas “microempresas” o negocios en el hogar que operan sin registro ni fiscalización, sin embargo, suplen y complementan segmentos empresariales modernos y formales de la economía productiva.
Por su parte, el término “Sector Informal” abarca solo las unidades económicas o de producción (incluyendo productores independientes y por cuenta propia) no constituidas en sociedades de capital registradas y con características diferenciadas con respecto a las empresas formales; es decir: escaso tamaño, pocas barreras de entrada a mercados no regulados en términos de capital y organización, empresas de tipo familiar, procesos manuales y poco tecnificados, operaciones a pequeña escala, producción de mano de obra intensiva, escaso o nulo acceso al financiamiento, baja productividad, cobertura local o regional, entre otras.
Adicionalmente, estas unidades operan en la mayor parte de los casos, en el hogar de los dueños, en la calle o en pequeños locales no habilitados para la actividad y, a pesar de ello, resultan funcionales y complementarias al resto de la economía”.
Igualmente añade, que “más de dos mil millones de trabajadores a nivel mundial (60% de la población empleada )participan en el sector informal, principalmente en países en desarrollo; un tercio de la actividad económica mundial se realiza en la informalidad; 85% de los trabajadores informales están empleados de manera precaria en pequeñas empresas informales, mientras que solo 11% de los trabajadores informales están ocupados en empresas del sector formal, según el FMI.
En Venezuela, la informalidad laboral, desde los primeros estudios a comienzo de la década de 1980, siempre ha estado asociada a la exclusión, la baja productividad, la pobreza, la buhonería y/o la subsistencia; sin embargo, no necesariamente la informalidad está relacionada a estas solas condiciones.”
Entre las explicaciones más importantes que tenemos acerca del origen y de la expansión de la informalidad están en el caso venezolano, dentro de la realidad actúa, las siguientes:
- La gran dificultad de formalizar una actividad comercial, partiendo de un código de comercio inapropiado y con prácticas poco eficientes para resguardar los intereses de las partes interesadas en una actividad empresarial.
- La enorme cantidad de organismos con los que se debe interactuar para mantener las operaciones, en materias laborales, sanitarias, de propiedad, de impuestos nacionales y locales, en materia de drogas, deportes, información financiera, de ciencia y tecnología, educación profesional, de emprendimientos, en fin, una barrera de entrada que desalienta por sus costos asociados el cumplimiento de los deberes formales.La inmensa presión fiscal, que puede llegar significar diferencias en los costos transaccionales de significativa cuantía, y que en ambiente competitivo ante el bajo poder de compra del cliente final puede significar una competencia totalmente desleal, donde no necesariamente sean menores los precios al consumidor final, pero si menor la recaudación fiscal.
- Bajos estímulos a la productividad laboral y el uso de nuevas tecnologías, amén de las limitaciones estructurales al crédito, lo cual explica que la restricción al financiamiento bancario es una severa limitante de la formalidad. Es interesante observar que la Encuesta de Coyuntura Industrial del I trimestre 2024 de Conindustria, 67% de los encuestados dice estar orientando sus inversiones a tecnología, modernización e investigación y desarrollo.
Entre las estrategias para reducir la informalidad en el país, tenemos que los asuntos críticos a abordar son:
- Adaptar la legislación laboral a las nuevas demandas, lo cual parece ir en dirección contraria a las últimas iniciativas legislativas adoptadas. La legislación laboral venezolana es no competitiva frente a otros países, la estabilidad laboral es una norma en dirección contraria a la creación de empleos sostenibles, las cargas parafiscales cada vez más alejan la realidad individual de cada trabajador en aras de un entendimiento colectivo de la relación que es ajeno a lo que ocurre en las organizaciones.
- Incrementar la capacitación y productividad de los trabajadores, para lo cual la inversión en maquinaria, equipos, procesos, es una alternativa que sustituye trabajadores mal preparados con instalaciones de alta precisión y competitividad, donde el personal requerido será de menor cuantía, pero mejor preparado y mucho mejor remunerado.
- Trabajar por la formalización de las empresas informales, haciendo uso de verdaderos avances en cuanto a la reforma fiscal, promoviendo rebajas importantes en los tributos transaccionales, al consumo y prácticamente eliminación de los de la renta, y en cambio estableciendo monotributos como en otros países de la región. Además, la actualización de los códigos comerciales y legislaciones referidas a la actividad empresarial, deben adaptarse a los tiempos, digitalizarse, simplificarse y responder a las necesidades de información veraz y oportuna para las partes interesadas (accionistas, empleados, proveedores, acreedores, autoridades, inversionistas), así como al cumplimiento de objetivos de desarrollo sostenible.
Entonces llegamos al punto de cómo competir ante la informalidad, cuando observamos que estructuralmente no hay posibilidades de solucionar la problemática en el corto plazo. Para ello tenemos varias proposiciones:
- Desarrollar un canal de ventas que involucre a los vendedores informales, los cuales podrán ser aliados en la competencia contra terceros en la colocación del producto final.
- Tercerizar contra métricas de productividad actividades administrativas y gastos de estructura que permitan reducir precios y aumentar la competitividad.
- Alcanzar una relación individual masiva con los clientes a través de las tecnologíasde CRM actuales, donde se establezca atención personalizada en forma masiva, y así luchar contra una de las ventajas de la informalidad que es la atención personal.
- Sólo acceder al financiamiento oneroso cuando se tengan inversiones con un ROI (retorno sobre la inversión) comprobadamente alto, y procurar orientarlo hacia tecnología, analítica e inteligencia de negocios.
- Enfatizar en el mercadeo de la empresa factores de salud, seguridad, atención, descuentos por fidelización, que sopesen el uso de canales informales ante la presencia de elementos compensatorios distintos al precio en sí mismo.
Para concluir, la capacidad competitiva del país como un todo pasa por establecer como punto principal de la agenda económica la reducción de la informalidad, para lo cual la simplificación legal y tributaria, la inversión canalizada en inversiones en innovación y tecnología, el acceso a financiamientos menos onerosos por disminución de riesgo país y de estabilidad en cambio e inflación, la alianza estratégica con los informales que no puedan llegar a formalizarse, son algunas de las consideraciones para atacar el mayor problema actual de la economía, quizás aún no percibido así como ni por los dirigentes empresariales ni por las autoridades gubernamentales.
Profesor Francisco Sanabria Rotondaro
fsanabria@unimet.edu.ve
Departamento de Finanzas
Universidad Metropolitana