Analizaron desde varias perspectivas el vínculo entre música y educación

La Facultad de Humanidades, la Escuela de Educación, y el Departamento de Ciencias de la Educación, llevaron a cabo la tertulia Música y Educación, un encuentro de perspectivas. La actividad se llevó a cabo de manera presencial en el Auditorio Manoa de la Universidad Metropolitana y contó con una transmisión en vivo a través de la plataforma Zoom.

La vicerrectora académica y rectora encargada de la Unimet, Natalia Castañón,  dio unas palabras de bienvenida a los asistentes y al público que se conectó a la transmisión.

“La música implica una gran motivación emocional y cognitiva, y es clave para el desarrollo del niño y del adolescente; y también es clave para la salud mental de los adultos y sobre todo para la gente de edad avanzada. La música siempre debe estar presente en nuestro proceso educativo y para eso es la tertulia de hoy, hacer de estos amplios espacios para poder dar a conocer qué se está haciendo en un área determinada, cuáles son las últimas tendencias, o las opiniones o intercambios. Esa es la academia, esa es la diversidad. Y eso es lo que buscamos con estar tertulia, pasar no solamente un momento amable sino también tener mayor conocimiento sobre la relación entre la música y la educación”.

Caribay Valenzuela, licenciada en Relaciones Industriales de la Universidad Católica Andrés Bello con postgrado en Gerencia Empresarial de la Universidad Simón Bolívar, maestría en Musicoterapia en la Universidad de Barcelona, España, y licenciada en Educación de la Universidad Metropolitana, donde se desempeña como profesora, fue la encargada de moderar el encuentro.

“Mi educación musical me ha obsequiado un universo gigantesco de experiencias únicas (…). Todo eso me ha llevado a un proceso de reflexión profunda, de investigación que me ha permitido demostrar en diversos espacios cuál es la importancia de la música en la educación de los jóvenes y de los adultos”, manifestó Valenzuela en su intervención.

Tertulia

El encuentro tuvo como protagonista a Luis Julio Toro, músico flautista; Pablo Chacón, director de la escuela de música Pentagramita; Neleb García, directora del Orfeón Unimet; y Julio Salas, profesor de la Universidad Metropolitana.

Durante hora y media, los especialistas en música expusieron su sentir por el arte que desde jóvenes han practicado y cómo esta es una herramienta fundamental que debe dejar de ser vista como una cátedra extracurricular en la educación y permitírsele ser materia obligatoria para ayudar al desarrollo científico, social y emocional de los estudiantes.

“La música ha sido para mí de las cosas más importantes que me ha sucedido. Pero esta conversación me hace recordar las palabras de un gran hombre, a quien tuve la dicha de conocer, el maestro Emil Friedman; él decía que no podía existir la educación sin una educación musical”, expresó Luis Julio Toro.

El músico explicó que la ciencia y la música tienen un vínculo, y puso como ejemplo la música de la cultura hindú, la cual asegura que “la música hindú se caracteriza por tener las proporciones y juegos matemáticos más complejos que conozco, que para ellos es natural”. Añadió que “la música y el intelecto siempre han estado muy cerca. Y una empuja a la otra”, razón por la que no se puede obviar esa relación y debe complementarse la una con la otra.

“El individuo tiene que relacionarse con la música desde el principio. (…) Está claro que una vez que el individuo nace, la música es una oportunidad de hacer un ejercicio cerebral. La música aporta al niño un gran placer, orden en su manera de pensar, la capacidad de concentrarse por un buen rato. La música es indudablemente importantísima en el desarrollo del ser humano”.

Por su parte, Pablo Chacón centró su intervención en “la percepción que me hace concebir a la música y a la educación como cuestiones análogas”.

“Se puede establecer ese contacto con el individuo. Se activa y se coloca de cara al proceso de aprendizaje tan activa, dispuesta y entusiasta. Cosa más valiosa de alguien dispuesto a aprender. La música logra tener esa cualidad efectiva de conectar con la capacidad de desarrollo a nivel intelectual, de destrezas, y del desarrollo del ámbito socioemocional del individuo para trabajar valores, principios”.

Insistió que la experiencia que él y sus compañeros en el foro han adquirido a través de su trayectoria, les ha permitido tener un nivel de comprensión pedagógica musical que les hace estar conscientes de la importancia de la música como “elemento fundamental para la formación del ser humano”.

Neleb García, directora del Orfeón de la Unimet, acotó que la música tiene una connotación importante “porque no es una disciplina que podamos catalogar como algo que se aprende y ya”.

“La música la llevamos por dentro. No hay mejor herramienta que el canto coral para poder socializar. Es una herramienta muy poderosa que debería estar inserta en el currículo educativo como materia obligatoria, porque además es integral. La sensibilidad que desarrolla un cantor es muy importante”.

Por último, Julio Salas recalcó la importancia de espacios como el que la Universidad Metropolitana brinda para debatir temas de interés como lo es la música en la educación de niños, jóvenes y hasta adultos.

Aseguró que aunque algunos piensen que no tienen la aptitud para cantar, bailar, o tocar algún instrumento, todos los seres humanos, a su juicio, son seres musicales.

“Desde el mismo momento que habla, usted crea música. Nuestro hablar es rítmico y melódico. Estamos envueltos en un constante mundo sonoro”.

Insistió en que queda de parte de los educadores que tienen formación musical proponer a las instituciones educativas nuevos modelos y propuestas de aprendizajes que derriben los procesos actuales de memorizar un tema específico con el fin de obtener una calificación. “Nosotros debemos llevar esas estrategias al aula”.

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