Abordaron los retos de las Instituciones Educativas durante y después de la Pandemia
Recientemente el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad Metropolitana presentó su nueva Master Class “Retos de las Instituciones Educativas: durante y después de la Pandemia”, dictada por la Prof. Natalia Castañón, docente e investigadora de la Unimet.
Durante la charla, la profesora se enfocó en los paradigmas enfrentados por los docentes y estudiantes de Educación Superior durante la pandemia del Covid-19 y el confinamiento producto de esta. “Desde las universidades no hubo una respuesta consciente de la digitalización. Esta se esperaba dentro de cinco años, no de un día para otro”, explicó.
Señaló que mientras algunas instituciones previamente condicionadas para la educación a distancia pudieron adaptarse a la nueva realidad y continuar con sus actividades, hubo otras menos preparadas, y sin la tecnología necesaria, que tuvieron que pausar el proceso de enseñanza para poder ponerse al día. De acuerdo con la profesora Castañón, esto evidencia una clara ausencia de estrategia por parte de las instituciones educativas.
“Hubo situaciones dramáticas en muchos países, como Brasil, donde el 40% de las universidades y demás instituciones de educación superior quedaron completamente paralizadas, mientras que en Perú fue el 45%”, subrayó con gravedad, añadiendo que, a pesar de no contar con los datos de Venezuela, podría esperarse números iguales.
Además, agregó que la falta de tecnología y estrategia no fue el único factor que contribuyó a esta paralización, que también se debió a que muchos docentes no estaban formados pedagógicamente para atender la crisis. Esto trajo como consecuencia una gran desigualdad en América Latina, de acuerdo con Castañón.
Presentó durante la charla ocho aspectos a tener en consideración para tratar de entender y dar respuesta a los retos de la educación debido a la pandemia. Estos son: socialización, contexto social, economía, servicios en la educación superior, oferta y calidad, tecnología, efecto disruptivo y, por último, la creación de la generación E, de equidad.
Una de las áreas en las que se tiene que trabajar es incentivar a los estudiantes a organizarse para resolver un aprendizaje autónomo, así como trabajar en la pedagogía de los profesores, seguir buscando tecnologías que se adapten a las nuevas circunstancias.
Destacó que la incertidumbre va a continuar. “No podemos planificarnos hacia un escenario estático. Puede existir un abanico de escenarios porque la incertidumbre seguirá existiendo. Siguen existiendo cuarentenas, las vacunas no se han masificado, siguen apareciendo nuevas cepas (…) Vamos a estar viviendo una incertidumbre permanente”.
Hizo énfasis en la importancia de trabajar en pro de un acuerdo nacional o regional para garantizar que los estudiantes de menores recursos tengan acceso a la Educación Superior. “Se está masificando este tipo de educación y no podemos dejar por fuera a esas personas, tenemos que incluirlas”.
Señaló que este financiamiento no debe reducirse al pago de matrícula, sino que tiene que tratarse de un elemento “integrador, de todas las herramientas que necesita un estudiante para culminar sus estudios.”