23 de enero de 1958: los protagonistas cuentan la historia
La mejor versión de las historias siempre la tienen sus protagonistas. Quizá por esto, el auditorio Manoa resonó de aplausos ante la conferencia ofrecida por el abogado y político Enrique Aristeguieta Gramcko, integrante de la Junta Patriótica que en 1958 lideró el derrocamiento del último dictador militar en Venezuela, Marcos Pérez Jiménez. En el foro “23 de enero de 1958, fin de una dictadura, principios de la democracia”, realizado por el CELAUP el pasado 22 de enero, el único sobreviviente de la gesta democrática, compartió con estudiantes y profesores sus recuerdos sobre los hechos que desencadenaron la caída del régimen.
Entonces estudiante de derecho y militante del directorio juvenil del partido Copei, hoy Aristeguieta exalta el carácter decisivo que tuvo la sociedad civil en aquel levantamiento definitivo. “El 1° de enero de 1958, se intentó dar un golpe al gobierno. Aquel alzamiento en su totalidad militar, no tuvo éxito, aunque evidenció que no toda la Fuerza Armada Nacional respaldaba al dictador. Entonces, abrió el camino para que la sociedad civil, los líderes desde la clandestinidad y los medios de comunicación, pudiésemos actuar contra lo que entonces creíamos sería la última dictadura del país”, relató.
A las palabras de Aristeguieta Gramcko, se sumó el análisis del filósofo y profesor universitario Antonio Sánchez García. “El 23 de enero es la más bella de las historias que han terminado bien en Venezuela”, señaló, antes de referirse a la trascendencia del pacto de Punto Fijo “Para el asentamiento de un período político de paz, prosperidad, entendimiento y grandeza”. En sus palabras, a la profunda crisis política que atravesaba el país, hubo la respuesta de un gran líder como Rómulo Betancourt, que logró sobreponerse al odio que sobre él pesaba por las decisiones aparentemente arbitrarias de la Revolución de Octubre de 1948, para incentivar el nacimiento de un gobierno de amplia base. “Acción Democrática, más de una vez, prescindió de sus aspiraciones para consolidar la unidad. Cabe preguntarse qué partido podría emular esta acción en los actuales tiempos”, señaló.
Para finalizar, Aristeguieta, en compañía del profesor Edgardo Mondolfi Gudat, reflexionaron sobre la importancia del rol de Eugenio Mendoza Goiticoa –fundador de la UNIMET-, en la transición a la democracia, al ser uno de los integrantes de la Junta de Gobierno que, encabezada por Wolfgang Larrazábal, condujo a la nación al puerto seguro de una democracia estable.