Unimet rechaza la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente
A través de un comunicado emitido por su Consejo Académico, la Universidad Metropolitana (Unimet), fue enfática al expresar “de manera inequívoca” que no apoya la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, sustentando de esta manera su negativa a asistir a una sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Universidades (CNU), pautada para este viernes, que tenía como objetivo único la discusión de esta propuesta realizada por el gobierno de Nicolás Maduro.
A juicio de este cuerpo académico, “las actuales circunstancias que vive la Nación no ameritan la elaboración de una nueva Constitución”, en los términos propuestos por los Decretos 2.830 que convoca a la Asamblea Nacional Constituyente y del 2.831, que crea una Comisión Presidencial para las bases sectoriales y territoriales.
Luego de haber realizado un exhaustivo análisis de dichos Decretos -y otros aspectos de la Asamblea Nacional Constituyente-, publicados en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.295 del 1° de mayo de 2017, la Unimet señala que ve con preocupación los horizontes que abre el designio constituyente anunciado a la educación universitaria y a su desarrollo autónomo.
“En el preámbulo del Decreto 2.830 se proclama la finalidad primordial de la preservación de la paz del país pero de inmediato se hace referencia a “severas amenazas internas y externas de factores antidemocráticos y de marcada postura antipatria”. Es decir, nos encontramos ante un designio constituyente con vistas a un enemigo al que hay que derrotar, no con una convocatoria a constatar los disensos existentes en el país y a establecer un marco de consenso entre ellos”, precisa.
“Esta impresión de entrada se confirma al comprobar que en ninguna parte de este Decreto, ni en el siguiente, aparece el principio del pluralismo político consagrado en el artículo 2 de la Constitución vigente. Se habla sí “del carácter pluricultural de la Patria” (objetivo 7 de la Asamblea convocada). De los principios de independencia, soberanía, igualdad, paz, democracia participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural, pero nuevamente se elude el pluralismo político. Esta omisión no es inocua, puesto que ni multietnicidad ni pluriculturalidad excluyen de por sí que tales entidades con todo lo plurales y diversas que puedan ser no estén ideológicamente regimentadas. Las universidades cuya misión y esencia se basa en la libertad de pensamiento y crítica no pueden aceptar una intención constituyente que no sea diáfana en cuanto al pluralismo rectamente entendido como garantía del libre desenvolvimiento de ese pensamiento y de la discusión filosófica y científica. Si se afirmara que aún no queda clara la intención hegemónica de una ideología, el segundo considerando del Decreto 2.831 se encarga de disipar toda duda, pues allí se establece como meta a alcanzar el “seguir cimentando las bases del Socialismo Bolivariano del siglo XXI”, continúa.
“Una Constitución se redacta cuando la realidad política y social lo demanda, pero no para satisfacer las aspiraciones de un sector, sino para consolidar un consenso o pacto entre los diversos actores políticos y sociales, de allí su carácter de Constitución “Nacional”. De allí que insistamos de nuevo en la pluralidad y cómo garantizar su vigencia y continuidad, puesto que de lo contrario podríamos estar en presencia de un serio riesgo de retroceso republicano y democrático”, afirman.
Lea el pronunciamiento completo haciendo click aquí