“Nuestro propósito es que ningún estudiante de la Unimet tenga que abandonar sus estudios por razones económicas”

Con el objetivo de mantener su compromiso con la excelencia, la Universidad Metropolitana (Unimet) ha establecido esquemas para atender a sus trabajadores y a sus estudiantes, quienes son los impulsores de su gestión. En ese sentido, ha tomado decisiones ante las difíciles condiciones del entorno económico, y de salud, mejorar la calidad de los servicios brindados a sus estudiantes, ofrecer apoyo socioeconómico a un segmento de su población estudiantil, y mantener a la vez su equilibrio financiero. Pero, para seguir avanzando con equilibrio y firmeza, y continuar ofreciendo un servicio de calidad, es necesario hacer ajustes en la matrícula universitaria.

Sin embargo, la Unimet entiende que la profunda crisis económica que azota al país, marcada por una hiperinflación que hace que los costos varíen continuamente, ha causado que el aumento de los servicios se vuelva una razón de intranquilidad para los venezolanos. Y, con el arribo de la pandemia, dichas preocupaciones se han agudizado.

María Elena Cedeño, vicerrectora administrativa, explica que “ante las condiciones tan adversas en la que estamos viviendo, donde la incertidumbre es el estado base, debe prevalecer el sentido común para actuar de manera focalizada y firme. La universidad es una figura en la que prevalece su responsabilidad social como función transversal en todo lo que hace. Es por ello que los principales actores, quienes son sus profesores, trabajadores y estudiantes, son atendidos con mucho esmero”. De ahí la importancia de establecer un aumento de la matrícula, pero no sin seguir comprometidos con cada uno de los estudiantes que hacen vida en el campus, pues “nuestro compromiso fundamental con nuestros estudiantes es garantizarles sus estudios universitarios sin que el tema económico sea una limitante”.

Por su parte, Benjamin Scharifker, rector de la Unimet, recuerda que desde la Universidad se trazan objetivos y acciones para que ningún estudiante sienta que las condiciones actuales del país y del mundo son motivo para la deserción. “Cualquier estudiante que sienta que tiene dificultades para poder cubrir el costo de la matrícula, acuda inmediatamente a la Dirección de Apoyo Socioeconómico Estudiantil (DASE). Ahí tenemos un cuerpo de profesionales con instrumentos y capacidad para apoyar a los estudiantes que enfrentan dificultades”.

Explica que actualmente hay aproximadamente 15 programas de apoyo socioeconómico estudiantil donde destacan las becas de excelencia académica, becas de inclusión, ayudantías, entre otros. Además, resalta que ahora se ha unido un nuevo programa al departamento: Programa de Asistencia Temporal (PAT), un beneficio socioeconómico que estará disponible para aquellos estudiantes a quienes se les dificulte estar al día con el pago de la matrícula y que estará activo durante contingencias locales, nacionales o mundiales; y además se extiende a estudiantes de pregrado y postgrado.

“El PAT que fue aprobado recientemente el 4 de marzo por el Consejo Académico y el 15 de marzo por el Consejo Superior, en consideración de las dificultades que han surgido este último año debido a la pandemia, pero que también tiene que ver con las dificultades económicas del país, caracterizada por una hiperinflación que tiene un efecto de incremento constante de los costos incontrolados”.

Comprometidos con la educación

“Nuestro propósito es que ningún estudiante de la Unimet tenga que abandonar sus estudios por razón económica”, insiste Scharifker. La Universidad trabaja continuamente para implementar métodos que brinden una solución a los problemas, “atendiendo cada una de las situaciones, caso por caso”.

“Por ejemplo, problemas de conectividad que son muy comunes y hemos podido procurar soluciones. Tenemos espacios dentro del campus universitario -a pesar de que actualmente no hay actividad académica masiva por el confinamiento que debemos respetar para no ser focos de propagación de la pandemia- habilitados con conexión para que puedan acudir a la universidad con todas las medidas de bioseguridad. Y también hay otras soluciones que hemos venido implementando con el personal administrativo y académico -también en forma remota- se puedan acceder a los servicios de implementación para que se puedan llevar a cabo tanto la actividad académica como la administrativa”, dijo.

La vicerrectora Cedeño también agrega que “un importante grupo de egresados de la Universidad, consecuentes con su alma mater, apoyan al programa de becas, porque conocen por experiencia propia la calidad de su formación y por tanto le abren las puertas a jóvenes talentosos que no tienen las condiciones económicas para costearse sus estudios”.

Otros programas

El rector recuerda que el Decanato de Estudiantes también cuenta con la Dirección de Asesoramiento y Desarrollo Estudiantil (DADE), entidad donde los miembros de la comunidad unimetana pueden asesorarse y hablar sobre las dificultades que presentan para poder continuar sus estudios con esta situación “porque no es solamente el problema económico, también hay problemas anímicos, psicológicos y eso es normal porque estamos confinados”.

Es importante entender que, pese a no estar asistiendo al campus, el incremento de la matrícula es necesario pues “tenemos que asegurar el bienestar de las personas en la universidad sino no podemos atraer y retener a los talentos que requiere la universidad”. “Más del 80% del costo operativo de la Universidad es precisamente para poder sostener y más del 15% para tomar en cuenta de los apoyos que se dan a los estudiantes para que no tengan que abandonar los estudios por razones económicas y para poder brindar estos apoyos, sería el conjunto de servicios estudiantiles que ofrecemos, no solo los servicios de apoyo estudiantil sino otros que también tienen un costo considerable. Esos costos han venido aumentando y no nos queda más remedio que, para poder mantener la Universidad, hacer este ajuste de matrícula”.

Ajustes necesarios

“Es muy importante reiterar que la Universidad es una institución sin fines de lucro. No hay ningún dividendo que sea distribuido a algún accionista, no hay ningún beneficio económico, todos los ingresos de la universidad se reinvierten en la operación misma de la universidad, sostenimiento y crecimiento no de número o personas sino en el acrecentamiento de la calidad de los servicios que ofrecemos. Estamos muy ocupados en asegurar la calidad de lo que hacemos en la universidad, por ejemplo, ahorita estamos en proceso de modernización de los laboratorios a través de adquisición y renovación de equipos que tienen que ver del área informática como de ingeniería que requerimos hacer para no quedarnos atrás en los desarrollos tecnológicos y eso requiere de financiamiento. Por eso para poder sostener el funcionamiento de la universidad y reitero para nuestra gente, tenemos que hacer estos ajustes para no entrar en un déficit que no tendríamos manera de cubrir porque la universidad no tiene acciones que puedan inyectar capital a la institución”, aseveró el rector.

Cedeño concluye haciendo énfasis en que la Unimet, de la mano de profesores y trabajadores administrativos, siempre está en constante revisión de “aquellos aspectos que contribuyan a su bienestar”. “Somos responsables con el país y la sociedad, porque formamos profesionales capacitados para ser exitosos en donde se desempeñen”.

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