Humberto Njaim: Debemos pensar el país

Reproducimos para ustedes un reportaje de nuestro boletín Buenas Notas, realizado al decano de la Facultad de Estudios Jurídicos y Políticos, Humberto Njaim () y publicado en 2011, que hoy se mantiene con más vigencia que nunca:
DSC05856Hay que pensar el país. Ésta es la reflexión a la que conduce Humberto Njaim, decano de la Facultad de Estudios Jurídicos y Políticos de la UNIMET,  al analizar la situación jurídica y política que enfrenta Venezuela. Le preocupa la ausencia de Estado de Derecho en el país, la inseguridad jurídica y la radicalización de la polarización política.
Estado de Derecho en riesgo
El Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, en base a la Declaración del núcleo de Decanos de Derecho que se presentó el pasado 30 de septiembre, manifiesta: “el problema jurídico del país es que no tenemos claro qué es el Derecho, el cual ha sido muy desprestigiado en nuestra sociedad. Ésta es una situación que viene desde antes pero que ahora se ha agravado con un fundamento ideológico”.
Agrega que en la declaración conjunta se entiende que “el Derecho, naturalmente, no es perfecto, pero cuando se parte de antemano y por principio de que el Derecho es algo viciado, entonces esa posibilidad se cierra. Porque los que van a tener la oportunidad de pronunciarse y de tener éxito en las peticiones que se realizan son aquellos que comparten una ideología”, que socava esta disciplina.
El doctor en Ciencias Políticas considera que la construcción de un marco normativo que no se corresponde con los fundamentos constitucionales, es otra de las dificultades que presenta el Estado de Derecho en Venezuela.  “No sabemos cuál es la Constitución que nos rige, porque la vigente es la que fue promulgada en 1999, pero ha sido debilitada posteriormente al referendo de 2007” para instaurar un proyecto ideológico, explica el académico.
“Una constitución es un instrumento relativamente simple en comparación a esa masa de leyes que se han aprobado y que aumenta a cada rato. Sí hay un proyecto político, pero como no está expresado y organizado en una forma constitucional”, genera una situación de inseguridad jurídica, añade Humberto Njaim.   “Lo que tenemos es un proyecto político que busca implantar el socialismo del siglo XXI. Éste, como todo proyecto político es muy cambiante, dinámico, movedizo y no ofrece la seguridad que tendríamos si, al menos, estuviese expresado en un texto constitucional”, enfatiza.
Njaim también evidencia como un retroceso el desarrollo de las políticas que se han promovido desde los poderes públicos para radicalizar la centralización en el país. “Cuando un gobierno trata de controlarlo todo, paradójicamente, se crea también una situación de mayor inseguridad. Mientras más se controla, más ineficiencia se produce”, sentencia.
Radicalización de la polarización políticaDSC05860
Desde la perspectiva política, Njaim engloba las dificultades que presenta el país en el alto nivel de polarización que afecta a nuestra sociedad. “La división existente impide que pueda haber una discusión con argumentos, sino que se da un debate puramente emocional, porque se hace muy difícil escuchar los argumentos de la otra parte. Las descalificaciones que se dan impiden cualquier diálogo”, agrega.
Asimismo, afirma que este contexto promueve una atmósfera de separación que se evidencia en la radicalización de la conflictividad política y que impide el acercamiento entre todos los sectores de la sociedad. La consecuencia de esta realidad, preocupa al académico: No se está pensando, suficientemente, en el futuro del país”, sentencia.
La independencia del poder judicial es prioridad
La solución que se avizora, ante este contexto nacional, apunta hacia la independencia de los poderes públicos. Es vital contar con un sistema de justicia autónomo. En este sentido, Njaim asevera: “necesitamos un  poder judicial que no dependa del poder ejecutivo y que cada juez esté seguro de la sentencia que pronuncia”, sin que represente ningún riesgo para él.
Pensar el país desde la academia
Para  contribuir a disminuir los problemas jurídicos y políticos que afectan al país, Humberto Njaim considera que la academia tiene mucho que aportar. En los espacios del saber, a su juicio, se deben fomentar las iniciativas que inviten a la reflexión y al pensamiento. Desde la perspectiva del jurista, se debe incluir el sentido cívico como eje transversal en la producción científica y formativa de las universidades.
El catedrático subraya: “a pesar de todo el clima que se  vive en el país, la academia es un espacio de reflexión que no están tan contaminado por la exasperación política. Allí hay que pensar el país. Hay que realizar actividades que lleven a pensar cómo vamos a construir un país viable” y preparado para enfrentar los retos que representa un mundo globalizado.
Promover la discusión desde la UNIMET
El docente unimetano valora los esfuerzos que se realizan desde esta casa de estudios por discutir los problemas que enfrenta la nación y evaluar el entorno, desde el ámbito académico. También, resalta que desde distintas dependencias de la Facultad que dirige se desarrollen alternativas de formación en materia jurídica, política e internacional, a través de diplomados que pueden ser cursados por estudiantes y profesionales. Considera que la formación de los ciudadanos en estas áreas se debe potenciar.
Además, invita a la comunidad unimetana y a la sociedad en general a participar en las actividades que se realizan en esta casa de estudios, pensadas para discutir la situación del país.

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